¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

martes, 12 de noviembre de 2013

Quoth the raven, "nevermore"...

Quoth the raven, "nevermore"...


"Nunca más", dijo el cuervo... 
Yo soy el cuervo; y "Nunca más" son mis anhelos fracasados, mis llantos, mis penas... mi futuro.
Yo soy el cuervo, y como tal debo habitar en las sombras.
Yo soy el cuervo, y deseo volar lejos, lejos de la civilización.
Yo soy el cuervo; todos me temen, todos huyen de mí. Nadie a quien amar; nadie me quiere...
"Nunca más", dijo el cuervo... y el cuervo olvidó cómo vivir.

domingo, 3 de noviembre de 2013

La mirada celestial

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad, sino que el tema Time pertenece a Hans Zimmer y a los creadores de la película Origen (Inception)".


¡Oh! Mirad a vuestro alrededor. ¿Qué veis? 
Probablemente nada, y sin embargo yo os digo que hay más de lo que parece a simple vista. Como dijera Antoine de Saint-Exupéry en su gran obra El Principito: Lo esencial es invisible a los ojos.
Un simple gesto -inconsciente, casi siempre-, la mayor expresión de nuestro ser.
Donde haya un paisaje, no lo mires, ¡siéntelo!
Cuando una brisa de viento acaricie tu cuerpo, extiende tus brazos, ¡pues respirarás vida!
Cuando estés triste, cuando llores, cuando estés acongojado, cuando la melancolía se apodere de ti, ¡regocíjate! Pues significa que estás vivo.
Cuando sientas que el tiempo se acaba, ¡vive el momento con más intensidad!
Si las cosas te van mal, ¡no desfallezcas! ¡La vida sigue adelante! Tu deber es caminar a su lado, no seguirla a trompicones.
Cuando te hagan daño, ¡compadece a tu agresor! En el perdón está la salvación.
Disfruta la presencia de los animales, ellos son testimonio del poder de la naturaleza, y toda ella es sagrada.
Emociónate ante las obras de arte, permite que te deje sin respiración la capacidad de crear del ser humano, pues el arte es belleza, y como dijo Dostoyevski: La belleza salvará al mundo
¡Ríe! Ríe, ante todo. ¡La risa es vida!
Cuando estés en compañía de amigos, familiares y demás personas que ames, ¡recuerda que son lo más importante de este mundo! En ellos hallarás consuelo, perdón, comprensión, felicidad, risa y amor.
Cuando ames a alguien, ¡hazlo con toda tu alma y todas tus fuerzas! No importa nada más; pon tus sentimientos en esa persona.
¡Nunca te olvides de amar! Pues, ¿qué es la vida sino amor? ¿Y qué es el amor sino ver el mundo con otros ojos? Observa todo cuanto te rodea con la mirada celestial, y ésta es la mirada que refleja amor a la vida.
¡VIVE!



lunes, 21 de octubre de 2013

Mi mundo se derrumba...


¿Quién me mandaría a mí pensar? Cuanto más pienso, peor me pongo; voy a enfermar de congoja...
El final está próximo. Sabía que éste llegaría algún día, pero ahora no quiero que venga...
Mi mundo, casi todo cuanto amo, se derrumbará con un adiós, un adiós que no deseo pronunciar...
Odio las despedidas; me odio a mí mismo por amar demasiado a quienes me rodean y llenan mi vida...
Me gustaría pensar -o actuar- como hacen muchos: que no es un "adiós", sino un "hasta luego", pero por una vez en mi vida soy práctico, realista... y lo odio, ¡LO ODIO CON TODAS MIS FUERZAS!
¡LA IRA! ¡LA RABIA! ¡LA TRISTEZA! ¡LA DESESPERACIÓN! ¡LA CRUDA Y DURÍSIMA REALIDAD ME GOLPEAN DE NUEVO; ME DAN DE HOSTIAS HASTA SANGRAR, HASTA HACERME LLORAR, SUPLICANDO PERDÓN!
Llorar... lo he hecho, sí. Y no es suficiente para aplacar a mi desdichado y caprichoso corazón...
Cada día que pasa me siento más antipático, más irascible, más imbécil... menos yo, en definitiva. Y toda la culpa la tienen los lazos, lazos afectivos...
Odio ser realista... 
No veré más sus rostros; no oiré sus risas; volveré a un implacable automatismo que acabará por volverme loco, en el sentido más psiquiátrico de la palabra...
Se acaba lo bueno, como suele decirse... se acaba una vida que yo mismo había forjado, sin depender de nadie, sin ayuda, sin consejos...
Quizá sea eso lo que más me duele... que perdiéndolas a ellas, me pierdo a mí mismo, a mi vida....
Y aun en el caso de que fuera cierto eso de que podré verlas alguna vez... no será lo mismo. No, será mucho más cruel, un puñetazo en mi alma, pues me recordará que no estarán a mi lado...
No, debería venir a vivir permanente a esta ciudad para poder seguir atesorando estos lazos... pero me conozco, y sé que seré la peor de las escorias: me recluiré en mi Fortaleza de la Soledad, lamiéndome las heridas...
Una pregunta en el abismo de mi mente, una pregunta que no deseo plantear, pero que, al mismo tiempo, es inevitable que salga a la luz: ¿de qué sirve cuidar estos lazos..? ¿De qué sirve coger más cariño a quienes irremediablemente debes decir adiós..?
No publicaré esta entrada; no. Con un poco de suerte, pocos serán los que lleguen a leer esto...
Me voy; no lo soporto más...
Sólo queda aguantar... resistir esa vorágine de emociones.

jueves, 17 de octubre de 2013

No lo sabes...

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad, sino que el tema Forever in my dreams pertenece al grupo musical Two Steps From Hell"


No sabes cuánto he pensado en ti últimamente... en tu rostro, en tu pelo, en tu sonrisa....
No, no lo sabes...
No sabes cómo y cuánto valoro cada minuto a tu lado, cada risa, cada mirada, cada gesto, cada broma...
No sabes cuánto me duele oírte hablar de otros hombres, aun sabiendo que son meras fantasías tuyas...
No sabes que cuando veo tu pelo al viento imagino las olas del mar. Tardes cuya luz crepuscular reflejan tu faz en el horizonte, no hacen sino obligarme a pensar en ti más aún.
No sabes que adoro hacerte reír, verte feliz...
No sabes que idolatro tu inteligencia, tu forma de ser...
No sabes que pienso que tú y yo somos muy parecidos; que estamos hechos el uno para el otro. ¿Media naranja? No; dos naranjas, en todo caso.
No sabes que ansío dormir plácidamente para soñar contigo, y despertar de buena mañana sabiendo que mi primer pensamiento irá para ti.
No, no lo sabes. No sabes... que te amo.

domingo, 13 de octubre de 2013

Vueltas y más vueltas...



Vueltas, vueltas y más vueltas...
Una losa de piedra tengo por cama; mi almohada me rechaza, no soporta mi presencia, me ataca con un fuego infernal cuando busco sentir la sublime sensación del frío en mi rostro; la sábana, la maldita sábana, me asfixia, no me deja solo ni por un segundo: me abraza, me oprime, ora me agarra del pie, ora desliza una suave mano sujetando mi brazo...
Lucho, no hago más que luchar; resisto cuanto puedo; vueltas y más vueltas...  sólo la oscuridad como única compañera, y no parece dispuesta a ayudarme.
Intento calmarme; cierro los ojos, relajo mi respiración... y cuando por fin parece que podré conciliar el sueño, vuelven a la carga esas extremidades hechas de una tela procedente del mismísimo averno. La incomodidad se adueña de mí, de cada una de las posturas en las que me resisto al cruel insomnio...
¿Qué me impide dormir? ¿Será el calor?
No... es ella, siempre ella.
De nuevo no puedo evitar pensar en su sonrisa; ésta se ha grabado a fuego en mi mente... no me la quito de la cabeza. Por no hablar de su pelo al viento... absolutamente mágico.
Pero esa no es la razón de mi insomnio. No... la razón es el miedo; el miedo a ser rechazado.

jueves, 26 de septiembre de 2013

De nuevo, una sonrisa...

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad, sino que la BSO de Los puentes de Madison pertenece a Lennie Niehaus".



Sí, otra vez una sonrisa; una sonrisa me ha encandilado.
Lo admito: hasta este momento jamás me había fijado en lo bella que es tu sonrisa, pero ahora que te veo reír todos los días no puedo evitar fijarme. Un nuevo resplandor me ha sonreído, una nueva luz empieza a alumbrar mi vida...
Apenas un destello, es cierto, pero un destello de luz, al fin y al cabo. No ha sido, ni mucho menos, como aquella luz cegadora que destruyó todos y cada uno de mis cimientos con un sólo rayo de luz divina. No, jamás sentiré nada igual, y por eso recordaré hasta el fin de mis días la intensidad de aquella luz pasajera que me hizo temblar de emoción.
Por esta razón, he podido atisbar la diferencia entre ambas luces. Aquella claridad pasada vino de súbito, de un golpe rápido y certero; este fulgor, en cambio, ha llegado a mí poco a poco, de forma suave, casi imperceptible, pero no lo suficiente como para que no me diera cuenta.
Ahora, puedo afirmar que deseo abrazar este resplandor, que me llega cada día que pasa con más fuerza; deseo acariciar la calidez que emite a su alrededor, respirar su esencia; lo deseo, y lo he llegado a desear sin darme cuenta, de modo inconsciente...
Una sonrisa; de nuevo, una sonrisa... una sonrisa y su luz son las que me han hechizado...

viernes, 6 de septiembre de 2013

Si hubiera podido rectificar...


Le he fallado...
Me he fallado a mí mismo...
Creí que lo hacía por el bien de mi corazón; creí que si me alejaba de la luz hallaría consuelo en la penumbra... pero sobrepasé el límite entre luz y oscuridad, y ésta última me ha engullido por completo.
¡Oh! Olvidaba cuán frío y doloroso puede llegar a ser el abrazo de la oscuridad; olvidé la calidez de la luz por un instante, y ese descuido lo recordaré por el resto de mi vida...
¡Dios! ¡Me consumo! ¡Me estoy consumiendo! El doloroso e inhumano ardor de las temibles llamas del averno no pueden compararse siquiera a lo que estoy sintiendo... ¡Muero! ¡Muero a cada instante!
Y lloro, lloro implorando perdón por mi insensatez... pero es un llanto ahogado, pues no articulo sonido alguno. ¿De quién espero perdón, pues, si nadie puede oírme?
Un rostro, un rostro que creía haber guardado en lo más hondo de mi ser se me aparece durante mi martirio. Por un instante, contemplar semejante faz celestial, casi divina, calma mi dolor y tranquiliza mi alma, recordando que llegué a amar a un ángel. Pero, de pronto, la imagen que se había formado ante mí da media vuelta y se marcha, a paso lento... Y con cada paso que da, mi corazón se oprime causando un grito de dolor estremecedor, que habría sido capaz de hacer palidecer al mismísimo Lucifer si hubiera podido articular algún sonido...
La figura se desvanece, y me deja solo con mi tortura... ya no me duele saber que fallé, me duele saber que aún sigo amando a ese ángel, me duele saber que debería haber obedecido a mi alma y no a la fría lógica...
Si tan sólo hubiera podido rectificar...

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Me vi obligado a olvidar

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad, sino que el tema Portuguese Love Theme pertenece a Craig Armstrong, encargado de la B.S.O de la película Love Actually".

No sabría decir con certeza si he llegado a cumplir mi propósito. Algo dentro de mí me indica que sí, que así es: que te he olvidado.
A decir verdad, más que un propósito fue una obligación. Si quería estar a tu lado, debía censurar mis sentimientos por ti. Me ha costado, es cierto... pero creo que lo he logrado. Y, sin embargo, aún hay ocasiones en las que diría que no puedo verte de otro modo, del modo en que se mira a la persona amada.
Son esas ocasiones las que me hacen pensar que no he cumplido mi objetivo... pero las lágrimas, el dolor, la desesperación y todo cuanto sentí al principio de este sendero tortuoso fueron aminorando poco a poco, hasta desaparecer por completo. Cuando, al fin, comprobé que no me dolía sostener tu mirada, lo supe: te había olvidado.
No negaré que aun hoy, a veces, un torrente de sentimientos pasados emerge a la superficie desde el pozo que se halla en mi interior. Pero creo, firmemente, que son vestigios de un pasado que me recuerdan que jamás olvidaré que llegué a amarte...
Sí, eso es. Te he olvidado, pero no debo olvidar que un día amé con toda mi alma, pues eso es lo que perdurará dentro de mucho tiempo, cuando recuerde las buenas cosas de mi juventud.

martes, 27 de agosto de 2013

¿Qué clase de persona..?

El ser humano es puro sentimiento, y lo que más necesita el hombre es sentirse vivo. Para ello se sirve de sueños, de futuros que pueden no cumplirse jamás, de aspiraciones...
Es cierto. Deberíamos vivir el presente y no pensar tanto en el mañana. Pero somos humanos. Es inevitable pensar en el futuro, pues está en nuestra forma de ser. No hacemos más que plantearnos nuestro sino, no hacemos más que pensar qué nos deparará la suerte. Somos débiles. Nos corregimos a nosotros mismos diciendo cosas como "No pienses en ello, vive el presente", pero somos el único animal que cae dos (y más) veces en la misma piedra.
Así, pues, necesitamos tener sueños, aspiraciones de futuro, ambiciones... pensamientos necesarios para seguir adelante en momentos de necesidad.
Pero, ¿qué ocurre cuando no tienes ni sueños ni ambiciones? ¿Qué ocurre cuando tus aspiraciones están huecas? ¿Qué sucede cuando no tienes a nadie a quien amar, a nadie de quien preocuparse? ¿En qué clase de persona te convierte eso? ¿En qué te transformas cuando te das cuenta de que no tienes aspiraciones más allá de vivir mañana, cuando te das cuenta de que no tienes un sueño que te impulse a esforzarte al máximo para llegar a ser aquello que deseas?
¿Qué clase de persona es esa?
Tal vez un autómata...

domingo, 4 de agosto de 2013

La chica que leía en el balcón

"El vídeo y su contenido no me pertenecen, sino que el tema The End ha sido compuesto por Stephen Warbeck para la película Shakespeare in love"


Hay ocasiones en las que se me antoja salir al balcón para poder ver el mar y disfrutar de la plácida brisa. El destino ha querido que hoy, esta tarde en concreto, fuese un día de esos, pues el calor dentro de casa se hacía insoportable.
Estaba yo, tan tranquilo, observando mi querido Mediterráneo, maravillado por su belleza mientras la luz del crepúsculo le daba un color mágico, cuando he girado la vista, en dirección al edificio de enfrente, y me he quedado prendado de una vista más hermosa que la del propio mar: una joven, leyendo un libro apaciblemente en el balcón.
La joven permanecía sentada en una silla, con los pies en alto, sobre la barandilla del balcón, y el libro, objeto de su amena lectura, en su regazo. Pasaba las páginas grácilmente con sus suaves dedos, mientras el sol, a sus espaldas, hacía brillar su cabello dorado. El rubio de su pelo alcanzaba una belleza sin parangón gracias a la luz crepuscular, pero cuando sus finos dedos han desplazado unos cabellos que entorpecían su lectura detrás de su oreja, ¡oh, que me parta un rayo si no me he quedado ensimismado mirando ese sutil, pero hermoso, gesto!
Aun estando a una considerable distancia de ella, diría que he llegado a vislumbrar una sonrisa mientras leía. En ese instante, me he dado cuenta: un hombre no sabe qué es la belleza hasta que no ve a una mujer sonreír. ¡Oh, Dios mío! ¡Quién sabe cuánto tiempo me he quedado paralizado en el balcón ante semejante visión!
Embelesado como estaba por ese regalo que Dios había tenido a bien ofrecerme, puedo asegurar que algo dentro de mí lloraba de dolor cuando ella ha cerrado el libro y ha entrado en su casa, mientras lo último que he podido llegar a atisbar han sido unos rayos dorados de su cabello, que se despedían de mí, quién sabe si para siempre...

martes, 30 de julio de 2013

El hombre de hielo

"El tema Gift of life no me pertenece, sino que su compositor es Thomas Bergersen".


Una vez conocí a un hombre, a un hombre de hielo. Un hombre muy peculiar, pues se respiraba la gelidez de su presencia. No era un frío natural, del que te invita a abrigar tu cuerpo para ganar calor; era un frío imperceptible a través de los sentidos.
Quiso el destino que permaneciera varios días con él, con ese extraño ser. A medida que el tiempo que pasábamos juntos aumentaba, iba entendiendo cómo era su personalidad, le iba "comprehendiendo". Nada le preocupaba, nada que ocurriese a su alrededor le importaba; ni se inmutaba. Si le hablabas, simplemente escuchaba; ni una opinión salía de su boca.
Me acostumbré al silencio que emanaba de nuestra compañía, así que simplemente caminábamos tranquilamente por las calles, sin articular palabra alguna. Llegué a apreciar verdaderamente esos paseos, pues la calma que se advertía al caminar inundaba mi ser, empezando, por fin, a descubrir porqué el hombre de hielo era así. 
En un uno de nuestros paseos, en esta ocasión por la montaña, el hombre de hielo me sorprendió. No hizo nada asombroso, simplemente sonrió, algo que hasta el momento no había hecho. Es más, no fue sólo la sonrisa la que me impresionó, sino también el porqué: estaba mirando una flor silvestre. Se agachó y la contempló durante unos minutos, llegando a rozar sus pétalos, como si saboreara el momento. Fue entonces cuando sonrió, levemente, casi imperceptible.
Seguimos nuestro camino, y éste nos llevó a un acantilado, junto al mar. Y fue en ese momento cuando descubrí la verdad. Tuvimos la suerte de ver un atardecer espectacular, de esos dignos de pintarse un cuadro. Mientras admiraba el panorama, giré la vista para ver la expresión del hombre de hielo, y si bien ésta no cambió, por primera vez me fijé en sus ojos claros, aquellos que me revelaron la verdad.
Se dice que los ojos son el espejo del alma, ¡y con razón! Pude apreciar, al fin, la naturaleza de este extraño ser, pues, a diferencia de otras ocasiones, esa vez no se mostraba impávido, sino que sus ojos ardían de pasión al admirar el crepúsculo, sus ojos resplandecían de sabiduría, refulgían de vida...

martes, 9 de julio de 2013

El último examen de este curso

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad. El tema Dream pertenece a Yiruma".


Hoy me he levantado pronto para repasar antes del último examen de este curso. Como de costumbre, me siento en el comedor, en una silla junto al balcón. Son las 7:00 am, se percibe la tranquilidad.
Tras un rato estudiando, giro la cabeza y miro "La cuesta de san Antonio", esa adorable extensión montañosa que llega hasta el cabo cuyo nombre le ha cedido. Los árboles mecen sus hojas, gracias a la brisa matinal, a un ritmo hipnótico; los pájaros empiezan a salir de sus nidos, a cantar. El mundo despierta, la naturaleza cobra vida.
Pero, de todo esto, hay una cosa que me llama muchísimo la atención, y que me ha hecho sonreír, aquello que Joaquín Sorolla admiraba más de Jávea, mi pueblo: su luz. La luz del sol matinal dorando los árboles, dorando las nubes y haciendo brillar el blanco de las fachadas de las casas...
¡Qué luz tan hermosa! El blanco de las casas que se hallan frente a la mía propia empieza a brillar poco a poco con más fulgor, pasando de un blanco dorado a un brillo cegador; los árboles, cuyas hojas parecían amarillas, empiezan a recobrar ese verde mediterráneo tan típico de aquí.
Cierro los ojos durante un instante, sonrío, respiro hondo y sigo estudiando. 
Hoy ha sido mi último examen de este curso; hoy, ya de buena mañana, se respiraba libertad.

sábado, 22 de junio de 2013

Hora de decirte adiós

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad. El tema Because I love you pertenece a Yiruma".


Por fin hemos llegado al desenlace de nuestra historia; por fin sé cómo termina este relato: debo decirte adiós.
He de admitir que pensé que sería más duro de lo que en realidad es, pero, a la hora de la verdad, todo ha sucedido muy rápida y sencillamente, como deben transcurrir estas cosas. Como se suele decir: "fue bonito mientras duró". Y tanto que fue bonito... tal vez lo más maravilloso que haya sentido en mi vida, y que gracias a ello he madurado como persona, no sólo como hombre. Aprendí qué es el amor, y cómo puede llegar a empapar todos y cada uno de tus huesos, llegando incluso a atravesar nuestras barreras más grandes, perforando en lo más fondo de nuestra alma... llegando a cambiar nuestro modo de ver el mundo.
Es hora de buscar una nueva musa, una nueva inspiración para poder escribir; no sé si la encontraré algún día ni si será igual como contigo, pero de una cosa estoy seguro: jamás olvidaré lo que llegué a sentir. Esos sentimientos pasados serán mi luz y mi guía para encontrar a esa nueva musa.
Es hora de decirte adiós, y lo hago con una sonrisa, pues en el fondo de mi ser sabía que lo nuestro era imposible. Te digo adiós sabiendo que no me arrepiento de nada. Te digo adiós sin pena alguna, de la única manera en la que puede uno despedirse en estos casos: te digo adiós sabiendo que te quise.

sábado, 18 de mayo de 2013

Te acaricié

Desperté a las tantas de la madrugada. Miré a mi alrededor, por toda la habitación, escrutando la oscuridad.
Pero no tuve que buscar mucho... mi mirada se posó sobre tu cuerpo. Estabas a mi lado, durmiendo, una vez más. Ya no sé cuántas veces he hecho este "ritual", pero siempre me ocurre lo mismo: te miro mientras duermes plácidamente, y una sonrisa se escapa de mi rostro.
Alargué mi mano y te acaricié el rostro, temiendo despertarte, pero una sonrisa inconsciente fue lo que recibí por respuesta. Ese gesto me llenó de gozo. Te aparté los cabellos que cubrían tu cara, para ver tu rostro una vez más antes de acostarme. Tomé una decisión: que a partir de ese momento quería ver tu rostro antes de acostarme, nada me haría más feliz.
Me acomodé en la cama una vez más. Cerré los ojos, y pensé que te quería a mi lado para el resto de la eternidad.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Quiero chillar.

Ahora mismo sólo deseo una cosa: gritar. Chillar, maldecir, despotricar... decir a los cuatro vientos que estoy hasta los mismísimos de todo.
A Fortuna, al karma, al destino, a Pepito Grillo... ¡QUE OS DEN POR EL CULO! 
Una cosa pedí, una: que me otorgasen fuerzas, la capacidad necesaria, para superar mis pruebas, mis obstáculos. Si bien todo depende de mí, yo ofrecí todo el esfuerzo que pude... pero lo que yo quería no era ayuda, sino simplemente que me ayudarais a mantener en mí todo ese esfuerzo, y no que se diluyera como el agua en el momento en que veo que el obstáculo que esperaba ver se transforma en algo que no preveía.
Fortuna se ha puesto el uniforme de camarero, y siempre recomienda la opción más cara de todas. ¿Una dosis de congoja? Sí, por favor, con guarnición doble; ¿unas lagrimitas para darle "sabor" al plato? Échale, échale... no te cortes.
Esto empieza a ser un esperpento, y no siento más que impotencia y rabia, mucha rabia. Y al final, como todo esperpento, el desenlace será el que nadie se esperaba, salvo el protagonista, que lo empieza a intuir cuando todo parece que vaya a acabar.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Ya no veo tu rostro...

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad. El tema Uncertain es de Simon Daum".


Ya no veo tu rostro en el horizonte...
Tu silueta, antes clara como el agua, empieza a desaparecer poco a poco de ese cielo azul, que parece indicar el final del mar.
No hace mucho miraba en lontananza, allende mar, y un rostro aparecía en el cielo, sobre las aguas. Ese rostro era fruto de mi imaginación, lo sé, pero era tan nítido, tan real... Todos los días, a todas horas... siempre estabas conmigo, aunque no estuvieras presente. Tu cabello ocultaba tu lindo rostro, pero, en un abrir y cerrar de ojos, levantabas la cabeza y me mirabas fijamente. Esos ojos, claros y profundos, me escrutaban, me atravesaban el alma, me quemaban... pero aun así no apartaba la vista, pues deseaba verte con todo mi corazón.
Pero, ahora... miro al mar, a mi querido mar, consuelo de los que no hallan cariño, y apenas una sombra aparece... Ya no distingo tu figura, es una mezcla de sombras que se desvanecen con las nubes...
Sé muy bien qué ocurre: empiezo a olvidar, empiezo a volver a ser como antes; estoy involucionando poco a poco. Se supone que debería alegrarme de librarme de tu yugo, de ese yugo que tanto he llegado a amar, pero no es así.  Cada día que pasa me siento más triste, ya no noto esa calidez que hasta ayer sentía en mi pecho... 
Me falta algo; estoy... vacío.

jueves, 18 de abril de 2013

A veces...

A veces desearía desaparecer de este mundo, dejar de sentirme inútil, dejar de ser un estorbo para los demás, dejar de sentirme sumiso...
A veces desearía desaparecer de este mundo, sólo porque parece ser que a ella le iría mejor si yo no estuviera aquí; a veces me gustaría poder volar y sumergirme en una nube, olvidar cuantos problemas tengo, olvidar todo sentimiento, todo pensamiento... vaciar mi alma y empezar de cero.
A veces siento que soy demasiado impulsivo, que debería pensar más las cosas antes de hablar o hacer algo; a veces pienso... que este mundo no está hecho para mí, que la felicidad es para aquellos que tienen un sueño que cumplir.; a veces pienso que estaba mejor siendo un niño inmaduro, un autómata sin sentimientos, simplemente existir...
Y lo que más deseo es no ponerme melancólico cada dos por tres por una memez como el futuro, pues sólo existe el presente, y ya ha pasado... 

domingo, 14 de abril de 2013

La luz.

"El vídeo y su contenido no me pertenecen, sino que el tema Lux Aeterna es del grupo musical Two Steps From Hell".


¿Habéis visto alguna vez la luz? No me refiero a la luz del Sol, ni a la luz artificial... me refiero a "la luz", la luz del alma de una persona. Es algo... inefable, pero aun así, intentaré describirla.
¿Sabéis lo que es quedarse ciego? ¿No volver a "mirar"? Esa luz es tan brillante... tan cálida... que atraviesa cada centímetro de vuestro cuerpo, pero son los ojos los que más sufren el daño. Dejar de mirar, para empezar a ver; ese es el principal efecto de la luz. Te quedas ciego, ya no percibes el mundo como antes, ni tampoco a las personas. Empiezas a apreciar cosas que antes ignorabas o que pasaban desapercibidas.
"La luz" no se aprecia a simple vista, ni se encuentra así como así... ¿Cómo?, preguntaréis; pues la respuesta se halla en que veréis "la luz" cuando seáis capaces de ver "a través" de una persona, cuando toda su existencia se revele ante vuestros ojos, cuando veáis el alma de esa persona...
Cada rayo de luz os atravesará el cuerpo, la piel, la sangre... hasta hallar vuestra alma desnuda, que hasta entonces permanecía impávida, silenciosa como un leopardo que sale de caza por la noche. Miraréis a la cara a esa persona, y un haz de luz la rodeará, y seréis incapaces de ver otra cosa que no sea la luz. Sonreiréis como estúpidos ante semejante belleza, un regalo de Dios, sin duda. La esencia de esa persona os será tan cálida y brillante que cerraréis los ojos durante unos instantes, aun a riesgo de permanecer en un sueño eterno, para poder saborear el momento. Dudaréis, por un segundo, si es un ángel o un ser humano, pues todas sus virtudes serán elevadas a la categoría de lo divino, a la perfección; sus defectos se borrarán de un plumazo, y se volverán, al momento, "esas pequeñas cosas que hacen a esa persona especial".
Tan sólo me ha pasado una vez, pero lo recuerdo como si fuese ayer, pues la sigo viendo, a la luz, tan radiante como el Sol, tan infinita como el espacio, tan bella como la Piedad de Miguel Ángel... tal es mi fascinación. Ahora, me pregunto si sólo encontraré una "luz" en mi vida, o si cabe que pueda llegar a ver "a través" de más personas... no lo sé; es más, lo dudo.
Ciego, estoy ciego... y me ha cegado la luz. Y cuando has visto la luz, ¿qué eres tú? ¿Oscuridad? Pues tan sólo la luz puede atravesar a las tinieblas...

viernes, 29 de marzo de 2013

Noches de insomnio

"El vídeo y su contenido no me pertenecen, sino que el tema Aura es de Thomas Bergersen".


Despertar en medio de la noche; fijar la vista en la negra oscuridad, y recordar el sueño que me impide dormir. Eso es lo que vengo haciendo durante estos últimos dos días. ¿Un sueño? Ojalá pudiera decir que es sólo un sueño, pero no es así, es algo más...
Un sueño, un anhelo, un susurro de mi alma, un hechizo al que estoy irremediablemente atado. Vertiginosa realidad, odiosa desdicha, maravillosa calidez, fría inquietud.... ¡Ah! ¡Cómo desearía morir en esos instantes en el que me desvelo a causa de tales sentimientos! Un sueño, sólo es un sueño, me repito, pero no puedo negar que tiene una naturaleza mucho más profunda para mí. Sufrir, soñar... pero en un sueño uno no sufre, ¿una pesadilla, entonces? No, me niego, porque he hallado consuelo en el sueño, y las pesadillas no consuelan. 
Imágenes que se repiten una y otra vez estas noches... Unos ojos mirándome, maldiciéndome; unos cabellos nublando mi vista; unos labios tan absolutamente perfectos que me quitaron el habla, cuando en el sueño sentía que debía decir algo importante; tu voz colmaba el vacío de mi corazón, pese a que eran palabras desgarradoras... 
¿Por qué ahora? ¿Por qué no hace unas semanas, cuando por fin pude conciliar un sueño placentero tras meses de sufrimiento? No entiendo, no entiendo nada... ¿Me estará volviendo a pasar? Pero si creía que me había librado de su embrujo...
Parece ser que vuelvo a estar atado de pies y manos, otra vez. En medio de la noche, una pregunta: "¿por qué?"; en medio de la oscuridad, mi mente se imagina tu rostro: pese a que no hay luz, te veo perfectamente; una lágrima se desliza por mi rostro. Luego, intento volver a dormir, pero ya es tarde... tu figura está en mi mente. Escasas y cortas son las ocasiones en las que logro dormir al amparo de las sombras, porque una luz ha vuelto a asomar por el horizonte de mi corazón.
Ahora, me he levantado de la siesta, y he tenido un sueño completamente distinto. Más que un sueño, una visión: yo, en medio de la nada, mirando de un lado a otro. Entonces, una luz me atraviesa de par en par, y de la inmensa oscuridad surgen las estrellas, las galaxias, los planetas... todos giran a mi alrededor a una velocidad pasmosa. Aunque ese haz de luz me ha atravesado, no he sentido daño alguno, sino calidez... he cerrado los ojos, y me he dejado llevar. En ese momento, me he despertado.
¿Qué significa esta última visión? Puedo llegar a intuirlo, pero no quiero aventurarme a decir nada. Por el momento, lo consideraré todo como meros sueños, nada más.

miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Cómo olvidar?

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad, sino que el tema Dream Flying es de Brian Crain".


Tengo tantas preguntas, tantas incógnitas por resolver... y probablemente jamás hallaré la respuesta, salvo que un día me atreva a preguntar.
Me gustaría poder decir que todo quedará en el olvido, pero sería engañarme a mí mismo, algo a lo que estoy acostumbrado, por desgracia. Sé perfectamente que para poder olvidar necesitaré tiempo, mucho tiempo... mi corazón aún late por sentimientos pasados, por sueños que alzaron el vuelo hacia un país al que jamás llegaré.
Tiempo, necesito tiempo. Pero, me doy cuenta que el tiempo, por sí solo, no puede acelerar el olvido; tiempo al tiempo suelen decir, y muy bien dicho. ¿Cuál es, entonces, ese elemento que falta para conseguir el olvido? Tras reflexionar, creo que acierto al decir que el elemento que completa la fórmula es "la vida"; necesito vivir, obtener muchas más vivencias para mi joven alma, para poder seguir madurando.  
Mi mente es algo curioso, hasta peculiar, diría yo... Es sorprendente la facilidad con la que puedo olvidar las cosas (maldita mi suerte, en ese aspecto), pero cuando las circunstancias- Yo y mis circunstancias decía Gasset con acierto- me obligan a olvidar, mi mente se niega, mi corazón se niega, mi alma se encadena, se aferra, a esos sentimientos. ¿Cómo olvidar, pues, lo que el alma no desea olvidar?
Tengo tantas preguntas... y probablemente jamás hallaré una respuesta a todas ellas.

domingo, 17 de marzo de 2013

Conversaciones oscuras

     La noche era oscura, lo normal para ser las 2:00 de la madrugada. Todo el mundo dormía, menos yo... Me levanté, no podía dormir; me dirigí al balcón para tomar el aire y ver si me podía calmar. Una brisa de aire fresco llenó mis pulmones, y me pareció sentir que mi desbocado corazón y mi mente enloquecida se calmaban.
     Pero, en ese momento, una sombra, negra como la oscuridad de un pozo, surgió de la mía propia. Ya está aquí otra vez... ¡maldita sea! No me apetece hablar en este...
    - Buenas noches, "amo"- dijo, pronunciando la última palabra con un tono insolente que me sacaba de quicio.
    - No son tan buenas si tú estás aquí, escoria... - Le contesto.
    - ¡Oh, no seas así! Después de todo, yo soy tú, y tú eres yo.
    - Te equivocas; ya te lo he dicho mil veces: tú no eres yo.
    - No, querido, eres TÚ quien está equivocado - Me dice agravando su tono de voz.
    De pronto, la sombra, que era una mera figura abstracta, cobró forma, mi forma, mi apariencia.
    - Soy tu lado oscuro, Andrés; no soy más que tu parte más malévola, una mera sombra surgida de tus pensamientos negativos - me dice, acercándose a mí.
    Antes de que llegara a menos de 5 cm de mí, me doy la vuelta y me pongo frente a frente con ese abominable ser.
    - ¿Qué quieres esta noche? - Le espeto.
    La sombra se detuvo a contemplarme. Tras unos segundos, me dijo:
    - ¿Todavía no lo sabes? - Me dice-. Esta noche tu corazón está ebrio de dolor, rebosa sufrimiento... tanto que no he necesitado ningún motivo para poder salir. Técnicamente, he sido expulsado contra mi voluntad.
    Un escalofrío recorrió mi espalda cuando dijo aquello. La sombra se acrecentó por momentos; se estaba nutriendo de mi miedo.
    - ¿Lo ves? No he hecho ni dicho nada para que temas, pero tú corazón es propicio al miedo esta noche. Tu alma tirita del dolor, del sufrimiento; tu corazón está roto en mil pedazos, aunque intentes aparentar lo contrario.
    - ¡Cállate! ¡Cierra la boca! - Le grité.
    - ¿Cerrar la boca? Vamos, sabes perfectamente que no puedo hacer eso. No hablo a través de una "boca", sino que soy tu voz interior.
    - Entonces, eres una mera ilusión - le contesté-. Por tanto, no existes.
    - Ilusión o no; existir o no... Todo es muy ambiguo; todo depende de lo que creas tú, y ahora mismo me ves con tus propios ojos, como si fuera algo real.
    Me di cuenta en ese momento de que tenía razón. A diferencia de otras ocasiones, esta vez veía a la sombra perfectamente, no era una mera voz que salía de la oscuridad, sino que era una sombra con mi apariencia, que me hablaba cara a cara. Una vez más, el miedo se apoderó de mí....
    - ¡Oh, Andrés! No temas... no soy tu enemigo - Intentó tranquilizarme la sombra-. Como ya te he dicho, yo soy tú; soy tu aliado. Acéptame, Andrés, y me convertiré en tu naturaleza. Ya no tendrás nada que temer de ahora en adelante, serás lo que siempre quisiste ser: alguien fuerte; alguien capaz de ignorar las desgracias de los demás; serás alguien que se aprovechará de las oportunidades, de las debilidades de los demás, y pasarás pisando con fuerza sobre todo y sobre todos.
   Me derrumbé en ese momento. Me arrodillé frente a la sombra, que sonrió, triunfal.
   - ¡Oh, "amo"! ¡Tú no eres así! - Me soltó con fingida preocupación, mientras sonreía.
   Pero tenía razón. Yo no era así, yo soy una buena persona...
   - Únete a mí - Me dijo-, y tendrás lo que siempre has anhelado, el origen de todos tus sentimientos negativos: los celos, la ira, el sufrimiento, el llanto, la tristeza, la melancolía, el odio hacia ti mismo...
   Entonces, con su oscuro poder, hizo aparecer de la nada una figura que reconocía muy bien... Ese pelo ondulado; ese rostro angelical; esa sonrisa que me hace perder el control...
   La sombra creyó haber ganado, pues ya mostraba un semblante victorioso; creyó haberme derrumbado, con un golpe fatal. Pero nada más lejos de la realidad. Ver a esa persona hizo que mis fuerzas, mis esperanzas volvieran a nacer. Me puse en pie, ante la mirada atónita de la oscuridad que se alzaba ante mí. Ésta ya no parecía tan grande, sino que había empequeñecido, o era yo quien se había vuelto gigante. Pero lo cierto es que quien mostraba temor ahora era la sombra.
   - ¡NO! ¡No puedes hacerme esto! - Me espetó.
   - Tal vez sea cierto lo que dices: que tenga todos esos sentimientos; que eres una voz surgida de la parte más profunda y oscura de mi alma. Pero en algo no tienes razón: no soy quien dices que soy, ni seré lo que esperas que sea. Soy una buena persona, y lo seré el resto de mi vida, fiel a mis principios, a mi moral y a la ética. Y sobre todo, no permitiré que el amor sea fruto del engaño; si he de morir de sufrimiento, que así sea.
   - ¡NOO! - gritó la sombra, que poco a poco se fue haciendo más y más pequeña, hasta desaparecer.
   Y al fin, me quedé solo en el balcón, al amparo de la fría noche. Una vez más, el aire fresco llenó mis pulmones, y pude, al fin, dormir tranquilamente.

viernes, 15 de marzo de 2013

Donde reside el corazón.

"El vídeo y su contenido no me pertenecen, sino que el tema Gift Of Life es de Thomas Bergersen".


Se ha dicho muchas veces que el hogar de un hombre está donde reside su corazón; entonces yo tengo el corazón partido en mil retazos.
Desde hace unos años a esta parte, he cambiado muchísimo. No me refiero a la apariencia física, sino al pensamiento y, sobre todo, al corazón. Miro al pasado y me recuerdo como un chico frío; distante; incapaz de sentir algo por los demás, incapaz de amar; recuerdo a un autómata. ¿Amistades? Sí, siempre he tenido, pero por aquel entonces no sabía apreciar lo valiosas que eran.
Hoy en día, casi todo aquello que guardaba en mi interior ha sido borrado de un plumazo, como un ordenador al que acaban de formatear. La filosofía me ha ayudado a valorar las cosas verdaderamente importantes, pero lo que verdaderamente me indujo a cambiar fueron los regalos que me dio la vida. Estos "regalos" me ayudaron a abrir mi corazón hacia los demás; día a día iba aprendiendo, como un niño, cómo debía reaccionar, qué debía decir y cómo vivir. Ésto, unido a la corriente filosófica que más arraigó en mí, el vitalismo, me transformaron: crearon un ser totalmente nuevo. Dejé de ser un autómata, para ser persona.
Ahora veo el mundo con ojos renovados; he dejado de mirar, para ver. Paradójicamente, para poder ver, tengo que cerrar los ojos y sentir con el corazón, y el corazón me dice que soy muy afortunado, porque mi hogar se divide en muchas mitades, y todas ellas forman un todo: mi familia, el bálsamo que mi corazón ha necesitado durante tantos años y que pido a Dios que no deje de necesitarlo nunca, pues es lo más preciado para mí; mis compañeros, unas personas con las que hallé la cura de la risa y la felicidad, la mayor de las medicinas; mis amigas, que llenaron el vacío que albergaba en mi alma, por lo cual les estaré eternamente agradecido y estaré siempre dispuesto a postrarme a sus pies. Éstos son mis "regalos", mis tesoros, con los que la vida me ha sonreído.
De este modo, pues, mi hogar no está en una casa o en un pueblo o ciudad, sino allí donde se deposite mi corazón, y éste, por fortuna, está dividido en muchas mitades.

martes, 12 de marzo de 2013

He llegado al final del camino...

      ... Y no me arrepiento de haber sentido lo que sentí; no me arrepiento de haber seguido lo que dictaminó mi corazón; no me arrepiento de haber caminado, haber corrido, por ese sendero que tracé.
     Y ahora que, al fin, el sendero ha llegado a su término, me doy la vuelta y miro todo lo que he recorrido. Ya no veo un sendero de una única dirección, sino miles y miles de ellas.
     Le doy las gracias a Dios por lo que he vivido y sentido. Sonrío mientras miro al pasado, y doy un paso más con un rumbo nuevo. Ahora, miraré al futuro con esa luz que me permitió alumbrar mi oscuridad, pues esa luz jamás se borrará de mi mirada. En este momento, me pongo en marcha; ahora, soy libre.

viernes, 8 de marzo de 2013

El Día de la Mujer

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad, sino que el tema Child In My Arms es de Thad Fiscella".

Hoy, ocho de marzo, es el Día Internacional de la Mujer. Pero, si por mí fuera todos los días serían el Día de la Mujer. Ellas mueven el mundo con tan sólo alzar un dedo; ellas son el más bello presente que nos ha hecho Dios, pues las mujeres son su creación más perfecta; ellas portan en su interior el milagro de la vida, el mayor don que se pueda tener.
Intentan decirme que hoy es el Día de la Mujer, pero vuelvo a decir, y lo diré las veces que haga falta, que todos y cada uno de los días de nuestra vida son por y para ellas. A una mujer se la ama todos y cada uno de los días como si no hubiera un amanecer. Como suelo decir, es obligación del hombre admirar todo aquello que es bello, y ésto incluye a las mujeres. ¿Qué hay más bello en este mundo que el sentir a tu lado el calor de una mujer? ¿Qué es más destructivo que la mirada y la sonrisa de una mujer? Como dijo un poeta en su día: ¿Quién no ha mirado a una mujer a los ojos y se ha sentido débil? 
Nosotros, los hombres, tenemos como misión compartir junto a ellas el día a día, y, si Dios quiere, caminar juntos por el sendero del destino. Pero, cuidado, porque cuando te dispones a amar a una mujer debes saber que hay que amar bien, y amar de este modo significa aceptar lo bueno, pero también lo malo, y hacer de ésto aquello que la hace especial; amar bien no significa someterte plenamente a su voluntad (recuerda, hombre, que en una relación son dos los que la forman, por lo que ella también debe poner de su parte).
Hoy, especialmente, debemos dar las gracias a Dios por las mujeres; hoy los hombres tenemos el deber de valorar a las mujeres como lo más precioso del mundo, como penitencia por siglos y siglos de necedad hacia las mujeres.
Por eso, y mucho más, a todas las mujeres del mundo: ¡Feliz Día de la Mujer!

miércoles, 6 de marzo de 2013

La despedida

"El vídeo y su contenido no me pertenecen, sino que el tema Watching The Clock es de David Nevue".

       
        Tú no me amas, y, muy a mi pesar, creo que no llegarás a amarme, al menos como yo te amo a ti. Lo llevo pensando desde hace ya un tiempo; días y semanas sufriendo, llevando una triste procesión cuyo destino final era el abismo de mi corazón.
         Tal vez, simplemente, he forjado un escudo, una barrera, porque soy incapaz de declarar mi amor por ti. Tal vez sea eso, o tal vez... no sé. Soy un cobarde, eso es lo que soy. Mi timidez marcará el resto de mi vida. Siempre he imaginado mi vida junto a ti, pues bien sabes que yo creo en el amor y en la fidelidad: jamás te abandonaría, jamás dejaría de amarte, y solamente te dejaría ir si tú me lo pidieras... Pero mi cobardía acabará con una hipotética vida feliz contigo.
          Me he hartado de sufrir. Hoy, al mirar por la ventana y ver cómo caía la lluvia, me he acordado de ti, y, por enésima vez, mi corazón me ha dado un vuelco, y me ha hecho daño, mucho daño. Me he cansado de no poder dormir porque tengo tu dulce rostro grabado a fuego en mi mente; me he cansado de llorar por las noches en la soledad de mi habitación cuando veo la felicidad en el rostro de otras parejas y recuerdo mi cobardía; me he cansado de agonizar...
          Sin embargo, escribo estas líneas con la esperanza de que, pese a que hoy intente decirte adiós, me arme de valor, de un valor que surja de la nada, cual ave fénix, y te diga te amo, mientras te miro a los ojos, esos ojos cuyo marrón evoca la esencia de la tierra. Ya nada será igual. Cuando te mire, te miraré con melancolía, sabiendo que serás de otro; cuando vea tu lindo y precioso pelo ondearse al viento, algo dentro de mí morirá lenta y dolorosamente; con cada sonrisa, una lágrima se deslizará a través de los ojos de mi alma. Será arduo, pero lo intentaré, intentaré que mi alma no sufra esas reacciones al verte.
           Es curioso... te amo tanto que, sin haber sido nada, tan sólo deseo tu felicidad, por lo que voy a dejarte ir, voy a intentar olvidarme, otra vez, de ti, sabiendo que como yo, nadie te amará. Ahora entiendo a qué se refería Nietzsche cuando decía Qué sabe del amor quien no ha tenido que despreciar precisamente lo que ama. La próxima vez que hable contigo será como si nos acabáramos de conocer por primera vez, como hace ya unos años. Será el inicio de mi fin; el reactor que dará vida al autómata que llevo escondido en mi interior, y que encerré cuando te conocí.
           Pero, lo que es más curioso aún, y a la par, gracioso, es que siempre he querido que te dieras cuenta de mi amor, sin decirte yo nunca nada. ¡Qué necio fui! Siempre he escrito con indirectas, con símbolos, con metáforas... pero esperar a que llegaras a captarlas fue exigirte demasiado, aun cuando no sabías que te lo exigía. Perdóname, por favor; te lo pido.
           Esta noche, impera la necedad y la cobardía: voy a dejar escapar lo más maravilloso que he sentido en mi vida; esta noche, maldigo mi naturaleza ruin, temerosa y pusilánime. Esta noche intento decir Adiós, pero sé que en mi corazón aún pervive una llama de valentía, y algo en mi ser espera hacer crecer ese fuego. 

jueves, 28 de febrero de 2013

Un jardín de ensueño.

"El vídeo y su contenido no me pertenecen, sino que el tema Sweet Dreams and Starlight es de David Nevue".

     
        Y allí estábamos, los cuatro, en ese extraño pero hermoso jardín. Estaba nublado ese día, y amenazaba con llover, pero eso no suponía ningún impedimento para nosotros. Nada más entrar, una estatua de Neptuno, el dios de los mares. Unos metros más adelante, dos leones de mármol. Entonces, como un niño encaprichado de un juguete, deseé con todas mis fuerzas hacerme una foto con ellos. Ellas también querían, pero lo dejamos para el final. Así que seguimos avanzando por aquel insólito lugar.
      Entre las innumerables estatuas y las infinitas variedades de plantas, anduvimos hasta una especie de cima. Allí, había una especie de puente, a mitad altura entre la cima y el suelo. La reacción fue inmediata: ¡Una foto! ¡Queremos una foto ahí arriba! Me ofrecí para haceros la foto. Dos minutos más tarde, estabais las tres con vuestra pose preparada. 
       Justo cuando me disponía a hacer la foto, salió el sol, a vuestras espaldas, por un espacio que formaban las hojas de los árboles. No sé si os fijasteis o no, pero me quedé petrificado por un momento, contemplando la escena, admirado. Un rayo de luz os iluminó la cara por una milésima de segundo, pero fue lo suficiente como para ver una de las escenas más bonitas que jamás había visto: las tres, posando en un lugar mágico, mientras sonreíais. Hice la foto, pero ésta nunca será capaz de captar la belleza que vi en aquel momento.
     Seguimos visitando aquel laberinto de plantas, haciendo las paradas oportunas para tomar fotos. Cuando me quise dar cuenta, estábamos ya en la entrada, dispuestos a irnos. Pero no antes de hacernos una foto con los leones; "Simba" le llamé al león sobre el que me senté. Como adoro hacer el payaso, hice lo propio encima del león. La mejor foto del día, dijisteis. Es cierto que fue la foto más graciosa, pero, ¿la mejor? Algo me dice que no, pues yo sigo recordando aquella luz sobre la faz de tres de las personas que más aprecio en mi vida.

martes, 26 de febrero de 2013

Mi hora más oscura...

"El contenido del vídeo no me pertenece, sino que el tema The Way es de Zack Hemsey".

     
       Así que al fin he llegado... ¿Es esto a lo que llaman demencia? Pues tampoco se está tan mal... si no le damos importancia, claro está, a los incontables y tortuosos ataques de locura imaginativa.
       Ya no sé qué quiero y qué dejo de querer; ya no sé qué imagino y qué dejo de imaginar; ya no sé qué es real y qué no... Sólo sé que ha llegado un punto en que me he cansado de imaginar cosas que no son, y que no es sano ni para el alma ni para el corazón, ni siquiera para la mente, sufrir de tal manera.
        La fatiga se cierne sobre mis cansados ojos; mi alma, ora invencible, ora abatida, se encuentra en una especie de roca Tarpeya, a punto de ser empujada al abismo que se halla tras ésta. Y yo que me creía el zar de mi destino, ¡un ZAR! Ahora no soy más que un bufón de la Providencia, bailando y llorándole las gracias a Fortuna, como pidiendo clemencia para mi pobre alma.
      Y todo esto por la puñetera incertidumbre, por la maldita inseguridad, por la jodida desconfianza, por mi puta manía de pensar cosas que no debería. Sin embargo, algo positivo saco de todo esto: he conocido mi lado más perverso, mi lado más tenebroso... y no me gusta, le tengo pavor; yo no soy así. Esta es, sin lugar a dudas, mi hora más oscura... 

domingo, 24 de febrero de 2013

Un exótico ocaso...

"El vídeo y su contenido no me pertenecen, sino que el tema African Sunset es de Two Steps From Hell".
   
     Al ocaso, desperté de mi letargo. El sol se ponía mientras yo me hallaba arrodillado, contemplando la puesta de sol. La brisa nocturna empezaba a acariciar mi cabello. Y yo, medité mientras sonaba esta extraña pero fascinante canción.
      Cerré los ojos, y me dejé llevar por la sublime melodía. Intenté respirar la vida que se desvanecía a medida que el sol se preparaba para sumergirse en un largo sueño. Las luces del sol que me cegaron se mostraban ahora en mi mente: figuras cuya naturaleza no podía discernir surgieron poco a poco. ¿Era eso un león? ¿Y aquello una gacela? Eran simples luces, pero podía notar su poder. Así que me levanté poco a poco; extendí los brazos, y respiré profundamente.
      ¡Ah! ¡La vida entraba en mí! Pero fue en ese instante en el que se me ocurrió una desfachatez, una locura que sigo sin saber si tiene sentido o no... ¿y si para poder vivir, primero debo arrancarme el corazón? Para poder vivir y dejar de sufrir, para sentir la vida en todo su esplendor, ¿debo quitarme aquello que me da la vida? Contradictorio a la par que interesante...
      "¿Con qué sentiría la vida si no es con el corazón?", me dije. "Con el alma es con lo que debes sentir y  vivir", me respondí a mí mismo. No sé si era esta música tan exótica la que me llevó a pensar eso, porque cuando ésta se detuvo, me di cuenta de la "locura" que acababa de decir.
      Sin embargo, es ahora, en la reflexión, sin música, cuando verdaderamente me planteo la "demencia" de tal afirmación, pues el mundo necesita la locura más que nunca, pues en ella soy capaz de ver la esencia de la vida; los humanos necesitan de locos que sepan vivir; yo necesito estar loco.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Amar hasta decir "¡basta!"...

"El vídeo y su contenido no me pertenecen, sino que el tema No More Tears es propiedad de David Nevue".

   
      Cada vez lo veo más claro, para mi desgracia. La grácil cortina de lluvia que cubría mis ojos empieza a disiparse. Sin embargo, el resultado me es tan absolutamente terrorífico que me niego a creer que sea verdad...
      Te amo; de eso no cabe duda. Estoy loca y perdidamente enamorado de ti. Me has atrapado bajo tu hechizo de tal manera que empiezo a pensar que sufro el síndrome de Estocolmo. Pero, ¡ah! ¡Qué bien hablan los entendidos del amor, pero no mencionan jamás su lado perverso! ¿Que qué lado es ése? El lado que hace morir de dolor e incertidumbre a quien ama...
      Sufro y tirito de miedo al pensar en el rechazo; muero al pensar en que no soy lo suficiente para ti... El amor es cosa de dos, y uno no puede decidir por el otro qué sentirá el corazón y a quién amará. Tu luz me fascinó, me dejó perplejo... me enamoré de esa luz. Incentivos tengo miles para amarte hasta la saciedad, si bien jamás me cansaré de amarte si me veo correspondido.
      Pero algo me lleva a pensar, ¿qué incentivos tiene ella para amarme? ¿Qué motivos tiene ella, mi luz, quien me sacó de mi oscuridad, para sentir algo por mí? No hay mayor desdicha que fingir amar a quien no se ama... y sé a ciencia cierta que lo que siento por ella es amor, pues amar implica pensar en su bienestar, razón por la cual me planteo si debería olvidar lo que siento por ella para que no se sienta desdichada al descubrir, cosa que no deseo, que no me ama...
      De todos modos, ¿y si me ama? ¿Y si llegara a amarme? ¡Ah! ¡Qué feliz sería! ¡Mi alma se llenaría de júbilo con una respuesta afirmativa! Lo tendría por un presente de Dios, quien me habría sonreído. Todos y cada uno de los días serían para ella; viviría por ella, me despertaría al alba por estar con ella... ¡Valor! ¡Éso es lo que me falta! Valor para pedírselo, por fin, para desechar la incertidumbre que asola mi alma...
      Demasiados quebraderos de cabeza; demasiada imaginación; demasiados pensamientos... ¡Vivir! ¡Eso es! ¡Simplemente vivir, y disfrutar de la vida!

domingo, 17 de febrero de 2013

Una luz...

     Este mundo está unido a la oscuridad. Caminarás por senderos que serán engullidos por las sombras a cada paso que des. Todo, absolutamente todo, te parecerá perdido, sin sentido... no habrá razón para creer en la vida.
     Entonces, una larga sombra se ceñirá sobre ti. Dos manos te ofrecerán su gélido abrazo, y tú, por el miedo, aceptarás cualquier destino, pues crees que has fracasado en la vida, que no hay más esperanza en el yermo de tu alma.
     Pero en ese instante, cuando todo parezca fútil y creas que está todo perdido, cuando tu alma se quiebre en mil retazos por un llanto amargo y triste, aparecerá una luz. Esa luz dispersará las sombras que anidan en tu corazón y levantará el velo que se posaba sobre tus ojos, impidiéndote ver.
     Te ofrecerá su cálida mano, la cual debes aceptar sin dudar, para que los restos de tu alma se junten poco a poco, para formar un nuevo ser, lleno de vitalidad, lleno de esperanzas y sueños. Te enamorarás súbitamente del amparo de la luz, de su abrazo sanador, y no querrás separarte nunca de ella.
     Los caminos que, al principio, parecían estrechos y que estaban siendo tragados por la más abismal oscuridad, se transformarán en algo totalmente nuevo al pasar la luz por ellos: ya no serán varios caminos, sino que se fundirán todos y crearán una estepa gigantesca, por la cual podrás correr en la dirección que desees. Un mundo de posibilidades se abrirá ante ti.
     Sin embargo, no puedes descuidarte y olvidar el pasado, pues debes recordar que cuanto más cerca estés de la luz, más larga será tu sombra... 

martes, 12 de febrero de 2013

Quiero errar...

         Mis principios me han traicionado... 
         Mis propios pensamientos han sido vulnerados, apaleados, destrozados, asesinados...
       Hoy me he dado cuenta: tal vez estoy equivocado. Estoy equivocado en todo, en todo lo que creía, en todo lo que pensaba, en todo a lo que alguna vez me aferré como un niño a los brazos de su madre...
       Todo aquello que, a priori, parece tan obvio, no lo es para mí. ¿Por qué razón? No lo sé... Empiezo a estar hastiado de ver cómo una y otra vez me demuestran que me hallo en un error, de ver cuán fácil es refutar mis ideas y principios.
         Pero, si estoy equivocado, eso significa que no me queda nada, nada de lo que creía ser; mi "yo" se desmorona; mi razón de ser y existir se derrumba por momentos. Todo por unas palabras salidas de tu boca... Por fin me he dado cuenta, gracias a ti, de nuevo...
        ¡Oh, maldición! ¿Por qué, Dios mío? ¿Por qué me has hecho así? ¿Por qué dejas que piense tanto y tan mal? Un cobarde, eso es lo que soy; alguien que teme enfrentarse a sus problemas de frente; alguien que cree en la vida, pero huye de ella; alguien que no es capaz de reunir el suficiente valor para decirle "te amo" a la mujer que invade todos y cada uno de sus pensamientos, cuando tiene más de un "momento idóneo" para ello, por miedo al rechazo; alguien que cree, sin razón ninguna, que será rechazado, que jamás podrá ser amado de la misma manera en que él la ama; alguien capaz de creer en lo peor, pero no en lo mejor, pues no cabe pensamiento positivo alguno en su mente por más de una semana; alguien que cree en la superioridad de su moral, pero es incapaz de demostrarlo; alguien que puede cambiar de opinión a la velocidad del rayo; alguien... que no sabe qué demonios le ocurre.
       Una voz en mi cabeza; un susurro en la oscuridad de mi mente; un eco en el profundo pozo de mi alma... Que se detenga, de rodillas lo imploro... ¡Detente, por favor! ¡Déjame equivocarme! Déjame cometer errores, pues en eso consiste vivir...

martes, 5 de febrero de 2013

Hipótesis sobre el destino

    Dime, ¿crees en el destino? Yo no, pero creo en él al mismo tiempo... Me explicaré:
    Creo en el destino; creo en lo que dicen los japoneses, en ese hilo rojo que une a las personas; creo que nuestras vidas siguen un camino, trazado de antemano.
    Sin embargo, tampoco creo en la Providencia, sino que impera en mi pensamiento mi voluntad. Citando a William E. Henley: (...)yo soy el amo de mi destino; yo soy el capitán de mi alma.
    De este modo, ¿cómo es posible tal conjunción de principios, a priori antagónicos? La respuesta es sencilla. Esta es la verdadera línea de mis pensamientos:
    Creo que hay una suerte de "mundos paralelos". No me refiero a que existan, pues eso implicaría que hay varias realidades, y no creo en semejante cosa. Me refiero, en verdad, al "¿qué hubiera pasado si...?". En otras palabras, en nuestra vida, estamos obligados a tomar decisiones a cada instante, lo que ocasiona unas consecuencias que, a su vez, tienen sus propias decisiones. Se crean, de este modo, una serie de "caminos" que vamos trazando a lo largo de nuestra vida. Ese camino es fruto de nuestros actos y decisiones.
     ¿Qué es, por tanto, el destino? Considero, pues, que el destino es la pluralidad de caminos. El destino no fija nuestra vida, sino las posibilidades que tenemos y las que se crean a causa de dichas decisiones. Es decir, el destino, o la Providencia, es esa suerte de "mundos paralelos", que, pese a que crea en ellos, no existen, pues una vez fijada nuestra decisión, ese "mundo" desaparece (si en verdad existiera, significaría que hay más de millón de mundos por persona y que cada uno de nosotros tenemos un doble que vive su propia vida debido a que tomó decisiones que nosotros no hemos tomado, pero en otro mundo; los mundos paralelos, entonces, sólo existen en nuestra imaginación). Pero nosotros decidimos qué mundo o qué destino escoger. Entre decisión y decisión hay una pauta fijada, éso es el destino.
  Tomamos varios caminos a lo largo de este río, llamado vida. Según el cauce que cojamos, desembocaremos en un lugar o en otro. Nuestras vidas son los ríos que van a parar a la mar, que es el morir, decía Jorge Manrique, y cuánta razón tenía...

lunes, 4 de febrero de 2013

La locura más maravillosa.

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad, sino que pertenecen a los creadores de la BSO de la serie Sherlock".

   
     Me he vuelto loco. No hago más que pensar en ti. Con cualquier pensamiento, cualquier recuerdo, cualquier idea... siempre se dibuja tu rostro en mi mente, hasta cuando pienso en lo más absurdo y cotidiano te me apareces, como un fantasma. Siempre igual: una vista fugaz, pero eterna al mismo tiempo, de tu rostro, como si te tuviera ante mí...
    Loco, me estoy volviendo loco... Por mucho que lo intente no desapareces de mi cabeza; estás grabada a fuego en mi alma, marcada con un hierro candente que cuando posa su infernal abrazo sobre la piel supera todos los dolores de este mundo, un hierro de aspecto temible, pero que recibo con los brazos abiertos y con sumo gozo, pues está disfrazado de la más plácida y maravillosa sensación...
    Odio este sentimiento, lo odio... ¡Sal de mi cabeza! ¡Detén esta demencia! ¡Odio esta situación..! La odio... pero también la adoro, amo esta locura. La odio y amo tanto como me odio y amo a mí mismo...
    ¿Locura? Tal vez; ¿Obsesión? No, se llama amor...

sábado, 2 de febrero de 2013

Te odio, incertidumbre.

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad, sino que el tema Found pertenece a Kerry Muzzey".
   
      Incertidumbre, te odio. Soy un ser humano, y como tal odio la incertidumbre. Vagamos por aquí y por allá anhelando encontrar seguridad, tanto en las respuestas como en las preguntas; queremos hallar un camino seguro hacia un futuro que no sabemos si jamás existirá...
      El misterio se cierne sobre el futuro, y odio ese misterio. Quiero saber, necesito saber, qué será lo que acontecerá en esta vida... Sin embargo, este pensamiento choca con mi filosofía de la vida: vive sin remordimientos; vive al máximo, como si cada instante fuese el último; lo que tenga que ser, ¡sea! Pero una parte dentro de mí necesita saber que iré por senderos sin espinas, necesita saber que no me equivocaré al elegir...
    Por eso, incertidumbre, te odio; no haces más que causar sentimientos enfrentados en mi corazón. Cuando creo tener la respuesta a mis enigmas, apareces disfrazada de mal augurio y rechazas la ofensiva de mi alma hacia lo más profundo de mi ser, sabiendo que me cuesta escalar por las paredes lisas del pozo de mi interior. Cuando logro escapar de semejante abismo, apareces ante mí, otra vez, vanagloriándote de tu superioridad con ese aspecto temible, amenazándome con dar otro golpe de gracia que me envíe a las profundidades del mundo.
      Pero sigue así, no me importa... ¡No te temo! Cuando menos te lo esperes, me erguiré ante ti con toda mi alma, rebosante de poder y confianza, y te asestaré el tajo final con la espada de mi voluntad, que pondrá término a tu existencia. Porque, recuerda, quien ríe el último, ríe mejor.

viernes, 1 de febrero de 2013

Soñar contigo...

"El vídeo y su contenido no me pertenecen, sino que el tema Per te (For You) es propiedad de Chris Botti".

       
       Hoy he vuelto a soñar contigo... Ahí estabas, sentada, mientras reías con tus amigos. Yo me encontraba en la otra punta de la sala, mirándote, mientras aparecía una leve sonrisa en mi rostro al verte reír. Todo el mundo reía, pero la razón de su alegría eras tú; con tu sola presencia iluminabas todo el lugar, todas las almas allí presentes se alegraban al estar contigo.
       De repente, toda la sala se oscureció, pero parece ser que fui el único que se dio cuenta. Entonces, te vi otra vez: un foco de luz te iluminaba. Se me apagó la respiración por un instante; el corazón me dio un vuelco, tan grande que me hizo daño.
      En ese preciso instante, me miraste, y me esbozaste una sonrisa en tu precioso rostro, esculpido con el más bello mármol, haciendo palidecer a todas las esculturas de Bernini juntas... Esa sonrisa me llenó el corazón de alegría; mi alma refulgía de felicidad. Una vez más deseé que ese instante durara para siempre; una vez más, deseé que el sueño no se acabara nunca...

miércoles, 30 de enero de 2013

Malditos cajones...

     Malditos cajones... Ya está claro; la culpa de todo la tienen los cajones. Sí, sí... un cajón normal y corriente, de esos donde guardas la ropa. Al fin he encontrado la respuesta a mis problemas intelectuales: los cajones.
     Porque es verdad, si no fuera por los cajones del demonio esto no pasaría. Tal vez creéis que estoy loco, y hacéis bien en pensarlo: porque solamente la locura puede salvar el desatino que el ser humano ha montado en este mundo. Pero aunque lo penséis, es mi obligación explicaros porqué la culpa de todo la tienen los cajones.
     Bien. Kant, el filósofo alemán del s. XIX, decía que el conocimiento podía entenderse mediante "cajones". Él visualizaba la mente como una especie de gran armario o de cómoda con muchos cajones, y cada uno de esos cajones estaba dividido, a su vez, en pequeños compartimentos. Pues bien, según él, cuando el humano necesita una determinada información abre inconscientemente- o conscientemente, vete tú a saber- el cajón con la información que necesita en una determinada situación. Claro, ¿verdad? Todo muy gráfico. 
     Pues ahora viene cómo funciona MI mente, siguiendo el concepto de los dichosos cajones de Kant. Mi mente se configura de la siguiente manera: al igual que antes, la mente es una especie de cómoda gigante, pero con la "sutil" diferencia de que yo, en vez de repartir el conocimiento en cajones con pequeños compartimentos, tengo enormes cajones sin compartimentos. Y bueno, esto es un problema y de los gordos. ¿Por qué? Porque se arma un desorden de mil pares de narices. Cuando necesito información concreta debo abrir el puñetero cajón, que no es pequeño, y rebuscar entre toda la información e ir sacándola poco a poco hasta dar en la diana. Claro, esto puede llevar a sacar la información "errónea" o la que no necesito en ese preciso momento. Es, por ejemplo, como cuando éramos niños: teníamos una caja con juguetes, que, para sacar uno en concreto, debíamos retirar primero todos los demás (salvo que estuviera arriba del todo, claro). Pues en esto igual.
     Ahora bien, esto se presenta como un problema y debo solucionarlo. Al menos ya he detectado el mal, ahora tan sólo debo extirparlo. Pero, ¿cómo? Ni idea. ¿Tendré que comprarme un kit de carpintería y hacer los compartimentos pequeños yo mismo? No lo sé.... solamente puedo decir: malditos cajones...

sábado, 26 de enero de 2013

Resurgir

     ¡Mírame! Mis manos están recogiendo las lágrimas que surcan mi cara, fruto de tu desamor. Ha pasado tanto tiempo... y aun así te sigo queriendo. Me engañé a mí mismo; me dije que te olvidaría. Y cuando creí que lo había conseguido, vas y me dices eso...
     Pese a que jamás fuimos nada, te fui fiel hasta en sueños... ¡Hasta en sueños! ¡¿Sabes qué significa eso?! ¡Que te amé en cuerpo y alma! ¡Te amé incluso sabiendo que no me corresponderías!
     Ahora, con tus palabras has avivado el fuego de mi corazón, cuyos sentimientos creí calcinados... ¿Qué debo hacer ahora? ¿Cómo quieres que te responda? ¡¿Qué quieres que te diga?! Desaparecer de este mundo es lo único en lo que estoy pensando en estos instantes...
     No sé si podré contenerme, pues algo ha resurgido del abismo de mi corazón, de la desesperada soledad de mi alma, y si no hago lo que mi conciencia me dicta mataré al resto de mi existencia... decidido está; mi corazón ha despertado de su letargo.

jueves, 24 de enero de 2013

El vuelo de una gaviota...

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad, sino que el tema Faun pertenecen a Ólafur Arnalds".

     
      Decidí dar un paseo a la orilla del mar, amigo de los que no hallan consuelo. El tiempo no era propicio para dar una vuelta a pie, pero, aun así, salí a pasear, quizá por el hecho de que el mal tiempo estaba en sintonía con mi alma, con mi estado de ánimo.
      Llegué a mi destino. El viento, gélido y húmedo, me daba la bienvenida; las olas chocaban entre ellas y con las rocas, buscando demostrar su poder a todo el mundo; el cielo, nublado... un panorama desalentador para cualquiera, pero no para una existencia perdida en esta tierra.
       Mis pisadas, al contacto con las piedras, creaban un extraño sonido, un extraño eco que resonaba en lo más profundo de mi ser, como una gota de lluvia al caer sobre un pozo tan oscuro como una noche sin luna. Caminé durante un largo rato, hasta que me detuve en mitad de la playa; me agaché, y escruté el horizonte...
     No sé si esperaba encontrar algo, pero miré en lontananza como si un milagro estuviera a punto de acontecer. Tal vez buscaba una respuesta, una señal que me indicará qué hacer, qué camino seguir... pero nada apareció en el horizonte, salvo una gaviota que intentaba luchar contra el viento.
       Contemplé la gaviota durante un tiempo. Pese a que era más fácil dar media vuelta y volar con el viento a favor, la dichosa ave se empeñó en empezar una lucha titánica contra Bóreas. Al cabo de unos instantes, la  gaviota hizo acopio de todas sus fuerzas y consiguió tomar una corriente de aire que le permitió llegar a su destino. Algo tan pequeño y tan fuerte a la vez, una gaviota, contra el viento; un acontecimiento que se lleva produciendo durante siglos; la vida contra la naturaleza, contra el destino...
      En ese momento me di cuenta: ¡esa era la señal! Es mi deber no desfallecer, al igual que la gaviota, y aprovecharme de las circunstancias que me sean favorables y enfrentarme a la adversidad. Lo que está claro es que si no lucho es imposible salir airoso. Por esta razón, seguiré adelante; seguiré "remontando el vuelo" para continuar mi camino.