¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

viernes, 15 de marzo de 2013

Donde reside el corazón.

"El vídeo y su contenido no me pertenecen, sino que el tema Gift Of Life es de Thomas Bergersen".


Se ha dicho muchas veces que el hogar de un hombre está donde reside su corazón; entonces yo tengo el corazón partido en mil retazos.
Desde hace unos años a esta parte, he cambiado muchísimo. No me refiero a la apariencia física, sino al pensamiento y, sobre todo, al corazón. Miro al pasado y me recuerdo como un chico frío; distante; incapaz de sentir algo por los demás, incapaz de amar; recuerdo a un autómata. ¿Amistades? Sí, siempre he tenido, pero por aquel entonces no sabía apreciar lo valiosas que eran.
Hoy en día, casi todo aquello que guardaba en mi interior ha sido borrado de un plumazo, como un ordenador al que acaban de formatear. La filosofía me ha ayudado a valorar las cosas verdaderamente importantes, pero lo que verdaderamente me indujo a cambiar fueron los regalos que me dio la vida. Estos "regalos" me ayudaron a abrir mi corazón hacia los demás; día a día iba aprendiendo, como un niño, cómo debía reaccionar, qué debía decir y cómo vivir. Ésto, unido a la corriente filosófica que más arraigó en mí, el vitalismo, me transformaron: crearon un ser totalmente nuevo. Dejé de ser un autómata, para ser persona.
Ahora veo el mundo con ojos renovados; he dejado de mirar, para ver. Paradójicamente, para poder ver, tengo que cerrar los ojos y sentir con el corazón, y el corazón me dice que soy muy afortunado, porque mi hogar se divide en muchas mitades, y todas ellas forman un todo: mi familia, el bálsamo que mi corazón ha necesitado durante tantos años y que pido a Dios que no deje de necesitarlo nunca, pues es lo más preciado para mí; mis compañeros, unas personas con las que hallé la cura de la risa y la felicidad, la mayor de las medicinas; mis amigas, que llenaron el vacío que albergaba en mi alma, por lo cual les estaré eternamente agradecido y estaré siempre dispuesto a postrarme a sus pies. Éstos son mis "regalos", mis tesoros, con los que la vida me ha sonreído.
De este modo, pues, mi hogar no está en una casa o en un pueblo o ciudad, sino allí donde se deposite mi corazón, y éste, por fortuna, está dividido en muchas mitades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario