¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

miércoles, 30 de enero de 2013

Malditos cajones...

     Malditos cajones... Ya está claro; la culpa de todo la tienen los cajones. Sí, sí... un cajón normal y corriente, de esos donde guardas la ropa. Al fin he encontrado la respuesta a mis problemas intelectuales: los cajones.
     Porque es verdad, si no fuera por los cajones del demonio esto no pasaría. Tal vez creéis que estoy loco, y hacéis bien en pensarlo: porque solamente la locura puede salvar el desatino que el ser humano ha montado en este mundo. Pero aunque lo penséis, es mi obligación explicaros porqué la culpa de todo la tienen los cajones.
     Bien. Kant, el filósofo alemán del s. XIX, decía que el conocimiento podía entenderse mediante "cajones". Él visualizaba la mente como una especie de gran armario o de cómoda con muchos cajones, y cada uno de esos cajones estaba dividido, a su vez, en pequeños compartimentos. Pues bien, según él, cuando el humano necesita una determinada información abre inconscientemente- o conscientemente, vete tú a saber- el cajón con la información que necesita en una determinada situación. Claro, ¿verdad? Todo muy gráfico. 
     Pues ahora viene cómo funciona MI mente, siguiendo el concepto de los dichosos cajones de Kant. Mi mente se configura de la siguiente manera: al igual que antes, la mente es una especie de cómoda gigante, pero con la "sutil" diferencia de que yo, en vez de repartir el conocimiento en cajones con pequeños compartimentos, tengo enormes cajones sin compartimentos. Y bueno, esto es un problema y de los gordos. ¿Por qué? Porque se arma un desorden de mil pares de narices. Cuando necesito información concreta debo abrir el puñetero cajón, que no es pequeño, y rebuscar entre toda la información e ir sacándola poco a poco hasta dar en la diana. Claro, esto puede llevar a sacar la información "errónea" o la que no necesito en ese preciso momento. Es, por ejemplo, como cuando éramos niños: teníamos una caja con juguetes, que, para sacar uno en concreto, debíamos retirar primero todos los demás (salvo que estuviera arriba del todo, claro). Pues en esto igual.
     Ahora bien, esto se presenta como un problema y debo solucionarlo. Al menos ya he detectado el mal, ahora tan sólo debo extirparlo. Pero, ¿cómo? Ni idea. ¿Tendré que comprarme un kit de carpintería y hacer los compartimentos pequeños yo mismo? No lo sé.... solamente puedo decir: malditos cajones...

sábado, 26 de enero de 2013

Resurgir

     ¡Mírame! Mis manos están recogiendo las lágrimas que surcan mi cara, fruto de tu desamor. Ha pasado tanto tiempo... y aun así te sigo queriendo. Me engañé a mí mismo; me dije que te olvidaría. Y cuando creí que lo había conseguido, vas y me dices eso...
     Pese a que jamás fuimos nada, te fui fiel hasta en sueños... ¡Hasta en sueños! ¡¿Sabes qué significa eso?! ¡Que te amé en cuerpo y alma! ¡Te amé incluso sabiendo que no me corresponderías!
     Ahora, con tus palabras has avivado el fuego de mi corazón, cuyos sentimientos creí calcinados... ¿Qué debo hacer ahora? ¿Cómo quieres que te responda? ¡¿Qué quieres que te diga?! Desaparecer de este mundo es lo único en lo que estoy pensando en estos instantes...
     No sé si podré contenerme, pues algo ha resurgido del abismo de mi corazón, de la desesperada soledad de mi alma, y si no hago lo que mi conciencia me dicta mataré al resto de mi existencia... decidido está; mi corazón ha despertado de su letargo.

jueves, 24 de enero de 2013

El vuelo de una gaviota...

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad, sino que el tema Faun pertenecen a Ólafur Arnalds".

     
      Decidí dar un paseo a la orilla del mar, amigo de los que no hallan consuelo. El tiempo no era propicio para dar una vuelta a pie, pero, aun así, salí a pasear, quizá por el hecho de que el mal tiempo estaba en sintonía con mi alma, con mi estado de ánimo.
      Llegué a mi destino. El viento, gélido y húmedo, me daba la bienvenida; las olas chocaban entre ellas y con las rocas, buscando demostrar su poder a todo el mundo; el cielo, nublado... un panorama desalentador para cualquiera, pero no para una existencia perdida en esta tierra.
       Mis pisadas, al contacto con las piedras, creaban un extraño sonido, un extraño eco que resonaba en lo más profundo de mi ser, como una gota de lluvia al caer sobre un pozo tan oscuro como una noche sin luna. Caminé durante un largo rato, hasta que me detuve en mitad de la playa; me agaché, y escruté el horizonte...
     No sé si esperaba encontrar algo, pero miré en lontananza como si un milagro estuviera a punto de acontecer. Tal vez buscaba una respuesta, una señal que me indicará qué hacer, qué camino seguir... pero nada apareció en el horizonte, salvo una gaviota que intentaba luchar contra el viento.
       Contemplé la gaviota durante un tiempo. Pese a que era más fácil dar media vuelta y volar con el viento a favor, la dichosa ave se empeñó en empezar una lucha titánica contra Bóreas. Al cabo de unos instantes, la  gaviota hizo acopio de todas sus fuerzas y consiguió tomar una corriente de aire que le permitió llegar a su destino. Algo tan pequeño y tan fuerte a la vez, una gaviota, contra el viento; un acontecimiento que se lleva produciendo durante siglos; la vida contra la naturaleza, contra el destino...
      En ese momento me di cuenta: ¡esa era la señal! Es mi deber no desfallecer, al igual que la gaviota, y aprovecharme de las circunstancias que me sean favorables y enfrentarme a la adversidad. Lo que está claro es que si no lucho es imposible salir airoso. Por esta razón, seguiré adelante; seguiré "remontando el vuelo" para continuar mi camino. 

Un camino hacia el firmamento.

     Nuestras almas vagan por un sendero de estrellas. Todo el firmamento se ha fundido en un único camino, el del destino. Me gustaría recorrer todos y cada uno de mis pasos junto a ti, pues este camino, mi camino, se ha enlazado con el tuyo, creando una única y maravillosa senda.
    ¿Para qué observar el cielo estrellado cuando puedo ver toda la Creación en tus ojos? Mirar el cielo entristece, pues me recuerda lo insignificante que soy; en cambio, cuando te miro, no quepo en mí de gozo, sería capaz de sustituir a Atlas en su tarea- ¡y con una sola mano!-. Dime, pues, ¿crees en el destino? Pues si de algo he sacado provecho al contemplar el firmamento es que he aprendido a ver la providencia en las estrellas, y ésta me conduce a ti.


"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad, sino que el tema I love you forever pertenece a Two Steps From Hell".

martes, 15 de enero de 2013

Una noche...

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad, sino que la B.S.O que aparece en él pertenece a los creadores de la película Cinema Paradiso y a su compositor, Ennio Morricone".
     
     Una suave caricia; un susurro apenas audible; mis manos recorriendo la bella figura de tu cuerpo; mis labios se posan sobre tu cuerpo, dispuestos a recorrer todos los kilómetros de tus senderos ocultos, los miles de caminos que ofrece tu existencia...
    Tus uñas en mi espalda, rasgando mi existencia, buscando mi alma; un ligero cosquilleo atraviesa mi cuerpo de extremo a extremo; un lindo beso en el cuello, la forma más delicada del amor; gotas de sudor recorren las grutas de nuestros torsos, convirtiéndose en los ríos que nos conducen a la verdad del mundo; nuestros alientos fusionándose a cada instante, creando vida, creando pasión...
    Tus brazos se aferran a mí, convirtiéndose en las cadenas que me atan a este mundo; mis manos te sostienen para que no caigas, pues estás flotando, en el paraíso...
    Un suspiro; una exhalación de aire, de paz y tranquilidad. El viaje llega a su fin... hemos vivido más intensamente que en mil años de peregrinación por el mundo. 
     Mi cabeza reposa sobre tu cabello, alborotado, inescrutable, como el abismo, y profundo, como la selva amazónica; la fragancia de nuestros cuerpos se respira en el ambiente, permitiéndome distinguir tu esencia en la oscuridad...
     Mi musa, mi Venus, ¿te has dado cuenta? Puedo divisar una luz, en tus ojos, que están clavados en los míos; acabamos de hallar a Dios, y está en tus ojos, en los ojos de una mujer. Gracias a ti he recuperado la fe; he vuelto a creer en la divinidad. El amor es el camino a Dios, y tú me lo acabas de demostrar. Doy gracias al cielo por tu existencia; por que estés aquí, conmigo... Doy gracias a Dios por que seas mujer. 

miércoles, 9 de enero de 2013

Ícaro

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad; el tema Icarus pertenece a Two Steps From Hell."

   
     Y alcé el vuelo; batía las alas fuertemente; a cada segundo me encontraba más arriba, más lejos del suelo. Podía sentir claramente cómo me abrazaba el aire, cómo se fusionaba con mi cuerpo y me ayudaba a volar más alto que cualquier otro ser vivo. ¡Fortuna estaba conmigo!
     Mi destino era el Sol: notar la calidez de la luz como nunca antes la había sentido; sentir que el Sol era mío, que me pertenecía. Toda la vida había soñado con este momento, en ser el primer hombre en decir he llegado al Sol, volando, gracias a mi ingenio; he cumplido mi sueño. El ser humano ha perdido la esperanza en sí mismo, y empieza a desconfiar de sus sueños. No pensaba permitirlo. Alcanzando la estrella más grande que cualquier ser vivo haya visto con sus propios ojos devolvería ambas cosas al hombre.
     ¿Que quién soy? Soy Ícaro, el idiota que creía poder llegar al Sol sin quemarse. Pero no os equivoquéis, llegué a mi destino, alcancé la dichosa esfera de fuego. Pero, a la hora de la verdad, me quemé; la luz del Sol me cegó, su fuego derritió la mayoría de mis alas.
     Mientras caía, mis sueños y esperanzas se desvanecían. Había fracasado. Yo, que me propuse hacer volar las ilusiones de los hombres, caía en picado junto con las mías. Había topado con un muro infranqueable...
     ¡Fortuna! ¿Por qué me has abandonado? ¡Te aliaste conmigo solamente para ver cómo caía después! Eres una niña caprichosa, que juega con todos nosotros... y odio que jueguen conmigo. Una extraña sensación se está apoderando de mi alma... no sé qué es exactamente, pero, me dice que luche, que no me rinda. ¿Seré capaz de hacer caso a esa voz? ¿Me sublevaré a lo que ha dictado el destino, y lo que yo mismo me he buscado, y remontaré el vuelo para vivir un día más o, por el contrario, pereceré junto con mis esperanzas y sueños cuando choque contra el suelo?
     Me hallo en una encrucijada, de la cual no sé si seré capaz de salir. Mis esperanzas parecen volver a resurgir. Sin embargo, ya no puedo volar al Sol... fútil ha sido mi intento; vanas, mis ilusiones; inconsciente, mi sueño... Pero no debo rendirme, si mi meta es, ahora, imposible, mi deber es encontrar nuevas metas, nuevos sueños; y mi sueño, en este momento, es: ¡vivir!

domingo, 6 de enero de 2013

Todo por un mensaje...

   
      Todo comenzó con un simple ¡Hola! ¿Qué tal? La había conocido hacía unas semanas. Conectamos rápidamente, por lo que a los dos días nos intercambiamos el número de móvil. Y al día siguiente, el móvil sonó, indicándome que tenía un mensaje, que decía ¡Hola! ¿Qué tal?
      Desde ese momento, empezamos a hablar por el móvil todos los días. Al principio, era ella la que enviaba el primer mensaje; pasado el tiempo, era yo quien, en la mayoría de ocasiones, iniciaba la conversación.
      Y un buen día, ocurrió. Me di cuenta de que necesitaba hablar con ella todos los días; era preciso, pues de lo contrario ese día estaba vacío... Se había creado una especie de rutina en mi vida de la que no podía escapar, ansiaba hablar con ella, preguntarle ¿Qué tal todo? Me di cuenta, de que me había enamorado de ella...
      Es curioso, ¿cómo demonios puede uno llegar a enamorarse vía mensaje de texto? No apreciamos esos pequeños detalles, esos matices que tan sólo aparecen en el rostro de una persona cuando estás hablando con ella cara a cara, en persona, y que no puedes apreciar cuando tienes una "conversación electrónica". Sin llegar a tener una verdadera "conversación humana", ¿puede uno enamorarse? ¿Pueden dos almas llegar a conectar? No sé la respuesta, aunque todo apunta a que sí, pese a que parezca que se pierda la esencia del ser humano.
      ¡Ah! ¡Desdicha! Vivo ahora esperando por un simple saludo, por un simple ¿Cómo estás? Por este motivo, no quiero hablarle, pues esta dependencia es deprimente, pero también quiero hablarle, a todas horas, pues es extraño cómo un insignificante ¡Hola! puede alegrar tanto el día a una persona... He llegado a un punto sin retorno; sólo quedan dos opciones: avanzar o escoger otro camino.

"El vídeo y el tema Evacuating London no me pertenecen. La canción es propiedad de los creadores de The Chronicles Of Narnia: The Lion, The Witch and the Wardrobe, cuyo compositor es Harry Gregson-Williams."