¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Defectos químicos

Los sentimientos son un defecto químico de los perdedores.



Hace ya mucho tiempo que esta frase que escuché en una serie de televisión me ronda la mente, cual tuno a su doncella...
Viendo la cruda realidad, aquellos que han "triunfado" en la vida (me refiero a las grandes riquezas del mundo, obviamente) suelen ser -No siempre, claro; no generalicemos- personas sin escrúpulos, sin empatía; personas que si para avanzar en sus metas debían pisar a alguien, lo hicieron sin remordimiento alguno.
Y sin embargo... ahí están, presentes en nuestras vidas. Los sentimientos guían nuestras decisiones, nuestros pensamientos. La vida es sinónimo de pasión, y ésta es, a su vez, sinónimo de sentir.
Quizá sólo llegan a la cumbre aquellos que logran controlar sus emociones... 
Quizá aquellos que quisieron ser fieles a su corazón sólo encontraron trabas en su camino...
Quizá esto sólo lo piensen aquellos que se consideran inútiles para hacer cualquier cosa que se les pida...
Pero, ¿cómo salir del lado de los perdedores cuando, por ejemplo, ves la verdad del mundo en esos ojos que evocan la esencia de la Tierra..?


¿Cómo escapar del destino que ha marcado tu alma..?
¿Cómo dejar de ser quien has decidido ser?
¿Cómo cambiar... lo que nunca has dejado de sentir?



jueves, 6 de noviembre de 2014

Las vagas lindes de nuestras almas


(...) Me quedé por siempre sentado en las vagas lindes de tu alma ~ Pedro Salinas; Presagios.

¿Qué me está pasando, Dios mío? ¿Qué? ¿Por qué tengo el alma hecha un amasijo de emociones..?
Quiero quitármelas todas de encima, y al mismo tiempo quiero que se queden por siempre.
Desde hoy he notado un cambio, hoy he entendido eso de "la verdad os hará totalmente libres". Hoy me he liberado a mí mismo; hoy puedo mirar de frente a mi propio corazón y decirle las cosas claras, aunque duela decirlo.
Me quedé por siempre sentado en las vagas lindes de tu alma... y la mía desapareció entre la pérfida bruma que cubre mi corazón. He de encontrarme a mí mismo de nuevo -¿Cuántas veces me habré dicho esto ya? ¿Y cuántas veces tenía verdadero significado esa frase?-. 
Cuando se hace insoportable el camino que trazaste, ¿salir de él o buscar otra ruta? Ser o no ser, esa es la cuestión...