¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

jueves, 27 de septiembre de 2012

La elegida.


El Sol descendía sobre el horizonte; el mar era un charco de agua, tranquilo, impávido; las nubes, junto con el cielo, tenían un color anaranjado; las olas chocan suavemente contra la arena, en un abrazo sin fin, ambas condenadas a quererse.
Y yo, en la playa, alcé la mirada… y lo vi claro: ella es la elegida. No podía explicarlo, pero lo sabía… ¿quién me dio la respuesta? No lo sé; tal vez fuera ese ambiente mágico que se crea en un magnífico atardecer, tal vez fuera Dios, quien actuó sobre mí a través de la  brisa marina… no tengo la más remota idea. Sin embargo, así fue, mágico, tal y como veo las cosas cuando estoy con ella.


"El vídeo musical no es de mi propiedad. El tema Destiny of love pertenece a Yiruma."

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Hola, Providencia...


Entonces, y sólo entonces, la miré...Su cabello, brillante como los rayos del Sol, captaron mi mirada. El tiempo se detuvo. En ese preciso instante no existía nadie más en el mundo excepto nosotros dos.
Sus ojos... ¡Qué ojos! Verdes, como una esmeralda a la cual la luz del día vuelve incluso más hermosa.
"¡BUM BUM! ¡BUM BUM!" Podía escuchar claramente como mi corazón me indicaba que ella era la mujer de mis sueños, mi musa, mi Venus...
Ella no me miraba, sino que seguía con su fino andar, seguro y hacia delante. Mi mirada la sigue. Se me escapa...Mi mundo se hace añicos con cada paso que da. ¡Debo alcanzarla!
Pero, entonces, al dar el primer paso hacia ella: desastre. El tiempo sigue su curso, y, con él, el mundo y su rutina. Ahora ella avanza más rápido que antes.
¡Maldición! La marea de gente me impide avanzar. ¡Dios mío, por favor, no dejes que se vaya!
La pierdo de vista. Ya sólo percibo su hermoso cabello...La pierdo...la estoy perdiendo...la he perdido...la perdí.
No sé cómo, pero acabo arrodillado en el suelo. El mundo recupera el tiempo perdido avanzando a una velocidad pasmosa, de la cual yo no soy partícipe. A mi alrededor todo es vertiginoso.
Aprieto las manos. ¿Llueve? No, ni una mísera gota, sin embargo, noto unas lágrimas, las mías, que sollozan dentro de mi ser, pero, ¿por qué? Algo en mi interior me da la respuesta: mi corazón, mi alma y todo mi ser saben que no volveré a verla, por eso lloro; así lo ha querido el destino.
Me levanto. Lo mejor que puedo hacer ahora es irme. Empiezo a caminar, a paso lento. Soy un ente sin alma que vaga por la tierra al perder aquello que más estima; soy una sombra que se ha despegado de su cuerpo y vaga, errante, sin rumbo; soy algo aferrado a esta vida, aferrado a alguien, sin poder encontrar descanso: soy… un fantasma.


"El momento"

     ...Y ella entró por la puerta; el corazón, instantáneamente, removió todo mi ser: vello erizado, pupilas dilatadas, pierna inquieta, pulso acelerado...

     Me había prometido a mí mismo no volver a reaccionar así, pero, ¿quién soy yo para enfrentarme al dictamen del alma, a la resolución del corazón?
     Su andar, su sonrisa, su cabello... los astros se han desprendido de su belleza, ésa que tanto me fascina, y se la han otorgado, Dios mediante, a ese busto esculpido de perfecto mármol, llamado... mujer.




"El vídeo y su contenido no es de mi propiedad, sino que tema When I See You pertenece a Chris Botti".

Llega el otoño.

     Llega el otoño: los días empiezan a apagarse; la tierra decidirá sofocar su propia vitalidad; un aire gélido recorrerá las calles con paso creciente; las hojas de los árboles caerán, meciéndose con el viento, como un susurro; nuevos colores renacerán de la tristeza que deja el otoño a su paso, portando luces que intentarán suplantar la calidez perdida...
     Aun así, sabiendo que la tristeza y la melancolía invadirán la tierra, las montañas, los árboles y demás, habrá un recoveco en el corazón que se alegrará, pues nunca hubo tanta belleza en el desvanecimiento de la vitalidad de Gaya. Pero el corazón no llorará, pues sabe que, al igual que el fénix, la vitalidad de nuestra amada tierra resurgirá con renovado fulgor.