¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Frozen arrow

Negar que he usado este blog para vincular a mi propia alma sería esconder la verdad más allá de lo evidente. Lo usé para desahogarme en muchas ocasiones, y quizá para poder ver todo con un punto de vista más objetivo.
Ahora, después de mucho tiempo sin escribir, con apenas un sueño restante por cumplir -Y que temo que jamás se verá cumplido-, viendo el ocaso de todos los demás, recupero un hábito perdido para poder ver con claridad qué está ocurriendo en el núcleo de mi pecho.
¿Qué esperas de la vida cuando estás tan acostumbrado a que todas las aspiraciones que pudieras tener fueran cayendo una por una en el bárbaro pozo de los sueños rotos? ¿Qué espera la gente de un hombre sin sueños, de un hombre que perdió la fe en Dios y en sí mismo? Dicen que el único amor que verdaderamente debemos tratar de preservar es el amor propio, pues será el que jamás nos hará daño. Imaginad, pues, qué ocurre cuando dicho amor está en un nivel tan sumamente bajo que solo queda el conformismo. Como leí un día: "¿Sabes qué le ocurre a quien no consigue nunca lo que se propone? Que acaba por no saber incluso lo que quiere". 
El conformismo, eso es, en ese concepto se resume mi estado actual de ánimo. Todo cuanto venga, será bienvenido si me trae algún bien, pues ya no sé qué quiero. Y si fuera cierto que aún hay algo que deseo ver cumplido, se haya en el fondo de mi mente, y no puedo atisbar qué es.
Ante situaciones complejas e injustas, hay gente que decide alzarse y reaccionar. Yo, por mi parte, suelo quedarme reflexionando qué ha ocurrido, por qué y si verdaderamente quería llegar a este punto. Quién sabe, quizá es una señal del destino; quizá algo o alguien me está ayudando a tomar una decisión y no soy consciente de ello...
"Levántate y lucha", dirían algunos. Pero ya no tengo fuerzas ni para eso; tan joven y tan anciano... ¡Qué devenir me espera! Soy completamente odioso, lo sé; pero de eso se trata todo esto, de "cómo soy". ¿Y si intentara cambiar? ¿Y si alguien me empujara, me ayudará a dar el salto a cambiar para bien? Sí, sería lo idóneo, pues suelo moverme más cuando terceras personas, inocentes de soportar mi carga, están involucradas. Pero eso requiere mucho valor, valor que no tengo.
Una vez más, el miedo impide al ser humano progresar en su camino hacia la felicidad.
¿Y qué ocurriría si alguien no comprendiese tus gustos, tus ambiciones, tus deseos..? ¿Sería una ayuda, alguien que intenta aconsejarte qué debes y qué no debes hacer para que no sufras sin necesidad? O, por el contrario, ¿serían las cadenas que impiden que eches a volar cual ave?
Muchas dudas corroen mi semblante y mi alma en estos días. Pero, la respuesta a todos los enigmas la he de hallar yo para que logre, verdaderamente, concienciarme a actuar en consecuencia. Sin embargo, por el momento, mi primer objetivo es desembarazarme del frío que anida en mi pecho, un hielo que me entristece y agota mis fuerzas, pues está fuertemente anclado al corazón. Una flecha, una flecha congelada fue la que asestó el golpe, y para romper el hielo cual Aníbal Barca en los Alpes debo conseguir calor.
Empecemos con un abrazo a uno mismo, y a partir de ahí, intentaré mantener el fuego vivo dándole chispas y leña de esperanza, para que ésta no muera congelada...