"El helicóptero sobrevuela la zona X. La batalla está
en plena ebullición. Los soldados que están en su interior guardan silencio.
Todos tienen miedo, se nota en sus caras.
El ambiente es tenso, tanto que puede cortarse con un
cuchillo. De pronto, una voz interrumpe los inquietantes pensamientos de los
soldados: “Vamos a aterrizar en 5 minutos, chicos. Buena suerte, de todo
corazón, y que Dios os proteja.”
Esas últimas palabras trastornan a varios soldados,
pues el miedo a morir se ha apoderado de ellos. Cuando parece que el pánico va
a cundir entre los muchachos, el capitán hace su aparición.
Todos guardan silencio. Su capitán les mira, uno por
uno, pero de entre los soldados surge un temerario que grita un sonoro “¿Por
qué tenemos que luchar? ¿Por qué morir, mi capitán?"
El oficial mira al muchacho, no tendría más de veinte
años. El capitán se da cuenta de que todos lo están observando. Dentro de su
ser aparece la semilla de la duda, pero es exterminada con rapidez. Respira
hondo, sabe lo que tiene que decir.
-¿Por qué? Porque luchamos por la libertad en este
mundo, por eso luchamos. Nos corresponde a nosotros salvaguardar el orden y la
paz ante aquellos que se les oponen, o al menos eso dicen los altos mandos...
Los muchachos miran a su capitán consternados; no les ha convencido. Pero el capitán no ha terminado aún...
-...Eso dicen los de arriba, pero yo, chicos, os digo que eso es mentira. No luchamos por la libertad ni la paz, si así fuera no entraríamos en guerras estúpidas. No, no luchamos por eso... Sé que todos teméis morir ahí abajo, yo también, pero os digo, aquí y ahora, que no debemos temer a la muerte, pues ella
tan sólo se lleva a los cobardes, a los débiles de corazón y a los que sucumben
dejándose morir. ¿Por
qué morir, dices? Pues bien, he aquí tu respuesta: si debemos morir en este día, moriremos luchando, para que el Sol pueda
renacer una vez más y pueda brillar en nuestros hogares; lucharemos para proteger a nuestras familias y a nuestros seres queridos. ¡De modo que coged vuestras
armas y preparaos para luchar por aquello que más amáis!
-¡¡¡¡SÍÍ!!!!- Contestaron todos al unísono.
El helicóptero descendió hasta un lugar seguro. Allí
bajaron cincuenta soldados henchidos de valor y esperanza, los mismos hombres que subieron
al helicóptero temerosos y dubitativos. Pero, al pisar tierra, lo supieron: no
iban a morir."
El contenido del vídeo no es de mi propiedad; el tema "Freedom Fighters" pertenece a Two Steps From Hell.
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