¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

sábado, 6 de octubre de 2012

Despertar junto a ti.

     Desperté. El aire gélido de la mañana me enfrió el cuerpo. Pero esa sensación de frío pasó rápidamente nada más verte, a mi lado, en la cama, bien tapada con una manta. Tenías el pelo alborotado, y varios cabellos te cruzaban la cara; te aparté los cabellos del rostro... y sonreíste.
     Una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver el tuyo. La felicidad despuntaba por mis poros, la calidez venía a mí con tan sólo contemplar cómo dormías. Luego, un pensamiento me vino a la mente: ¡Qué afortunado soy de poder tenerte a mi vera! 
     Me quedé mirándote un rato más, sin poderme creer que estés conmigo, al fin. Me levanté de la cama, salí al balcón para respirar aire puro. Los pájaros cantaban, el sol empezaba a despuntar entre las montañas, la brisa matutina recorría el lugar; el día estaba llegando.
     Un leve estremecimiento invadió mi cuerpo. Será mejor que entre, dije. Pero, entonces, un abrazo, el tuyo, me devolvió el calor. Te miré a los ojos, tú a los míos; te sonreí, me devolviste la sonrisa y me dijiste: buenos días.
      Eso me bastó; no necesitaba un beso, ni siquiera una caricia. Con un simple "buenos días" me bastó para saber que te amaba más aún que el día anterior. Sólo una cosa podía pensar: soy feliz.


"El tema Things Change pertenece a Simon Daum, no es de mi propiedad."

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