El Sol descendía sobre el horizonte; el
mar era un charco de agua, tranquilo, impávido; las nubes, junto con el cielo,
tenían un color anaranjado; las olas chocan suavemente contra la arena, en un
abrazo sin fin, ambas condenadas a quererse.
Y yo, en la playa, alcé la mirada… y lo
vi claro: ella es la elegida. No podía explicarlo, pero lo sabía… ¿quién me dio
la respuesta? No lo sé; tal vez fuera ese ambiente mágico que se crea en un
magnífico atardecer, tal vez fuera Dios, quien actuó sobre mí a través de
la brisa marina… no tengo la más remota
idea. Sin embargo, así fue, mágico, tal y como veo las cosas cuando estoy con
ella.
"El vídeo musical no es de mi propiedad. El tema Destiny of love pertenece a Yiruma."
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