¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

domingo, 21 de octubre de 2012

Mi "más allá"...

     ¿Qué ocurrirá cuando ya no vivamos, cuando nuestra alma deje este lugar? Tal vez la mayor pregunta que el ser humano pueda plantear, y posiblemente la que más interrogantes aclare con su respuesta...
     No voy a engañarme a mí mismo: no podré encontrar la respuesta por mucho que reflexione. Pero sí tengo una cosa clara: como ser humano que soy, tengo el poder de imaginar y pensar lo que se me antoje sin que nadie me lo impida, pues es una característica de la naturaleza humana, que algunos aún no comprenden. Por lo tanto, simplemente se puede pedir respeto por las creencias de los demás y por las nuestras propias. Pero bueno, no iba a hablar sobre el respeto, sino del "más allá".
     ¿Qué nos depara al morir? Lo ignoro; ¿encontraremos unas escaleras de cristal que nos llevarán al cielo? o, quizá, ¿encontraremos un sinfín de nubes blancas y una enorme puerta dorada custodiada por un anciano sonriente que nos dirá cuál es nuestro destino final según hayamos vivido una vida virtuosa o una vida llena de maldad?; ¿tal vez la muerte sea el despertar de un sueño llamado vida?; ¿o podría ser que nos encontremos con un ser querido que falleciera hace largo tiempo y que éste nos explicara la Verdad?
     No lo sé; las posibilidades son infinitas. ¿Qué ocurriría si, por el contrario, no existiera un más allá; que morimos sin más? ¿Seremos conscientes de nuestra muerte? ¿Nos reencarnaremos en alguna otra criatura viviente, en otro ser humano? Oscuro es el campo de las respuestas a esta cuestión; no tenemos nada que arroje luz verdadera...
     ¿Seremos acogidos por Dios? ¿Nuestra alma bajará a las profundidades del mundo y deberemos pagarle el viaje a un barquero decrépito a lo largo de la laguna Estigia para atravesar el Hades hacia los Campos Elíseos o hacia el Tártaro? ¿Nos adentraremos en un jardín de luz, fauna y naturaleza donde todo es perfecto?  
     Personalmente, me gustaría pensar que no nos reencarnamos al morir, pues éso supondría que mi alma ha viajado a lo largo de los siglos y que no recuerdo nada de "mis vidas pasadas", lo que supondría, a su vez, que el no recordar sería como no haber vivido, cosa que no quiero olvidar. Quiero saber que he vivido y no he malgastado mi vida, que hemos venido a este mundo por una razón, que no estamos "de paso".
     De modo, que prefiero pensar que, al morir, despertaremos envueltos en una luz cegadora; admiraremos un lugar inmenso, lleno de luz y colores vivos, con árboles, agua y muchísima gente, de todas las edades, lugares y épocas, sonriendo, jugando y divirtiéndose. Nos giraremos sobre nosotros mismos para ver que volvemos a ser jóvenes y que nuestro cuerpo está rodeado por un aura astral, de luz. Entonces, oiremos una voz, intensa y profunda, pero nada temible, que nos llamará; seguiremos, instintivamente, a la voz, pues nos transmite mucha calidez y nos resulta conocida. Cuando lleguemos a nuestro destino, una luz gigantesca se nos aparecerá dándonos la bienvenida; la luz tomará figura humana, la de un joven de unos treinta años, vestido con una radiante túnica blanca, que se apartará mostrándonos aquello que nos faltaba en ese lugar de ensueño: nuestros seres queridos... en ese momento lo tendría todo; al fin, descansaría en paz...
   

"El tema In The Next Life no es de mi propiedad, sino que pertenece a Gothic Storm."

No hay comentarios:

Publicar un comentario