¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Ayúdame, Adonay...

    Y hablé con Adonay; me dijo que buscara mi propio sendero, mi propia forma de ver las cosas. Él, en su infinita sabiduría, me hizo darme cuenta de que la clave de todo mal en este mundo reside en la mala interpretación, por parte de unos energúmenos, "seguidores" de aquel que predicaba paz y amor, de dos simples palabras: libre albedrío.
     El libre albedrío implica dejar fluir las cosas, al igual que un río, sin interponerse en su camino. "Os dejo el libre albedrío", nos dijo. En ese momento, lo que verdaderamente nos quiso decir fue: "podéis seguirme si queréis, pero nada os impide lo contrario; sois libres, la decisión es vuestra". Nada nos impide no creer en Él; si lo hacemos, es nuestro deber respetar a aquel que no quiere creer. Del mismo modo, el que no crea tiene el deber moral de respetar al creyente. Pero el libre albedrío va mucho más allá, su interpretación puede llegar a abarcar regiones enteras de la vida humana.
     "Busca tu camino, Andrés", me dijiste, Adonay. Eso intento, mi Señor. Pero para ello deberé dejar de creer en lo que hasta ahora me dijeron, para poder hallar mis propias respuestas, mis propias verdades, mi sendero, mi "yo". Hace ya un tiempo que vengo poniendo en duda lo que se dice a cerca de Ti, pero créeme si te digo que lo hago sabiendo que se han malentendido muchas de tus palabras y también porque es necesario cuestionarme, como te decía antes, lo que sé, no sólo de Ti, sino de todo. Simplemente estoy haciendo uso de "mi libre albedrío", de mi libertad de interpretación. No estoy dispuesto a que me digan cómo debo pensar, soy libre de pensar como quiera. Sin embargo, "lo cortés no quita lo valiente", por lo que estoy abierto a una conversación pacífica y amena sobre cualquier tema, incluyendo la posibilidad de cambiar de idea gracias a dicha conversación.
     ¡Ay, Adonay! Es cierto que buscar mi "yo", buscar "mi" verdad, es un sendero que debo recorrer solo, pero tengo miedo: miedo del futuro, miedo de lo que pueda pasar... por ello te pido ayuda, Dios mío. Tengo tantas dudas, Elohim... demasiadas. ¿Qué debo hacer? ¿Qué son estos sentimientos que afloran en mi interior por primera vez y que me hacen sufrir tanto? Dios mío, por favor, necesito una señal...


"Ni el vídeo ni su contenido son de mi propiedad, sino que el tema Adonai pertenece a City Of The Fallen".

No hay comentarios:

Publicar un comentario