¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

miércoles, 9 de enero de 2013

Ícaro

"El vídeo y su contenido no son de mi propiedad; el tema Icarus pertenece a Two Steps From Hell."

   
     Y alcé el vuelo; batía las alas fuertemente; a cada segundo me encontraba más arriba, más lejos del suelo. Podía sentir claramente cómo me abrazaba el aire, cómo se fusionaba con mi cuerpo y me ayudaba a volar más alto que cualquier otro ser vivo. ¡Fortuna estaba conmigo!
     Mi destino era el Sol: notar la calidez de la luz como nunca antes la había sentido; sentir que el Sol era mío, que me pertenecía. Toda la vida había soñado con este momento, en ser el primer hombre en decir he llegado al Sol, volando, gracias a mi ingenio; he cumplido mi sueño. El ser humano ha perdido la esperanza en sí mismo, y empieza a desconfiar de sus sueños. No pensaba permitirlo. Alcanzando la estrella más grande que cualquier ser vivo haya visto con sus propios ojos devolvería ambas cosas al hombre.
     ¿Que quién soy? Soy Ícaro, el idiota que creía poder llegar al Sol sin quemarse. Pero no os equivoquéis, llegué a mi destino, alcancé la dichosa esfera de fuego. Pero, a la hora de la verdad, me quemé; la luz del Sol me cegó, su fuego derritió la mayoría de mis alas.
     Mientras caía, mis sueños y esperanzas se desvanecían. Había fracasado. Yo, que me propuse hacer volar las ilusiones de los hombres, caía en picado junto con las mías. Había topado con un muro infranqueable...
     ¡Fortuna! ¿Por qué me has abandonado? ¡Te aliaste conmigo solamente para ver cómo caía después! Eres una niña caprichosa, que juega con todos nosotros... y odio que jueguen conmigo. Una extraña sensación se está apoderando de mi alma... no sé qué es exactamente, pero, me dice que luche, que no me rinda. ¿Seré capaz de hacer caso a esa voz? ¿Me sublevaré a lo que ha dictado el destino, y lo que yo mismo me he buscado, y remontaré el vuelo para vivir un día más o, por el contrario, pereceré junto con mis esperanzas y sueños cuando choque contra el suelo?
     Me hallo en una encrucijada, de la cual no sé si seré capaz de salir. Mis esperanzas parecen volver a resurgir. Sin embargo, ya no puedo volar al Sol... fútil ha sido mi intento; vanas, mis ilusiones; inconsciente, mi sueño... Pero no debo rendirme, si mi meta es, ahora, imposible, mi deber es encontrar nuevas metas, nuevos sueños; y mi sueño, en este momento, es: ¡vivir!

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