¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

sábado, 24 de noviembre de 2012

He fallado...

     He fallado. Me he fallado a mí mismo. No he podido olvidarte... Juré que te olvidaría, pues el dolor de verte con otro era demasiado grande para mi corazón. Pero he fracasado estrepitosamente...
     Me di cuenta el otro día, cuando te vi sonreír, una vez más. Tu rostro me cegó con su luz, una luz que quedó grabada a fuego en mi mente; fue como un "shock": todo mi cuerpo se estremeció por el vuelco que dio mi corazón. No pude sostenerte la mirada; tu luz me cegaba, como una sombra que ve el sol por primera vez.
     Lo he intentado, de verdad.  Intenté alejarme de ti, pero no pude; tu imagen seguía latente en mi alma. Incluso cuando estaba con otras personas tu recuerdo acechaba mi mente. Tu aroma, tu rostro, tu voz, tu risa, tus ojos, tu cuerpo... todos mis recuerdos sobre ti venían súbitamente a mi cabeza. Me pregunté, en ese momento, qué era lo que me había hechizado de tal manera... hallé la respuesta: fue tu sonrisa. Conjuraste un encantamiento sobre mi alma sin articular palabra, sólo con sonreírme hiciste que cayera bajo tu embrujo.
     Ahora me pregunto, ¿qué debo hacer? ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Cómo debo reaccionar? Estoy en una encrucijada mucho más grande que la anterior. Decidí olvidarme de ti para no hacerme daño, intentar olvidar ese amor que surgió de la nada. Pero, ahora, al darme cuenta de lo imposible que me resulta  olvidarte, no tengo una segunda opción. Tan sólo me queda sufrir, sufrir como nunca antes había sufrido; deberé cargar con los remordimientos cada vez que te vea...
     Sin embargo, algo me dice que tengo otra opción, pero esperaba no recurrir a ella... esa vía de escape, tan horrorosa que ni siquiera he podido planteármela, es la huida, huir de ti, no volver a verte nunca más... no, no estoy dispuesto a ello; lo dije una vez y lo volveré a repetir: te aprecio demasiado como para dejar de verte, como para dejar de hablarte...
     Así que elegiré el sendero menos transitado, y el más doloroso, para mí: convivir con el sufrimiento. Pero mi alma me dice que esté tranquilo, que no pierda la esperanza, algo que a día de hoy parece un esfuerzo titánico... 
     Decidido está... pero, ¿quién sabe? La vida me depara muchos secretos, muchas sorpresas; tal vez, algún día, encuentre a otra mujer que me haga sentir lo mismo que siento por ti, haciendo, a su vez, que te olvide. Pues, como se suele decir, un clavo saca otro clavo, ¿no?


"El contenido del vídeo no es de mi propiedad, sino que el tema The Road Less Travelled pertenece a City Of The Fallen".
   

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