¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

sábado, 4 de febrero de 2012

Llegar a las estrellas, pero sin tocarlas.

   Hoy, estudiando Derecho Internacional, he visto que hay un concepto llamado "espacio ultraterrestre". El espacio ultraterrestre es aquel que se encuentra más allá del espacio aéreo de cada Estado. Dicho de otra manera, el espacio ultraterrestre es el espacio cósmico no sometido a la soberanía del Estado. Pero si de este concepto hay algo que me llame verdaderamente la atención es la soberbia con la que el hombre ha definido el Kosmos. En efecto, llamar al espacio exterior como aquél no sometido a la soberanía del Estado me parece, como poco, una aberración. El afán del ser humano por poseer todo lo que vea ha llegado a un punto en que es inadmisible.
   Me refiero a que, definiendo al espacio cósmico tal y como he citado, se deja entrever que la exploración científica del espacio no es más que un intento por descubrir si el espacio se puede poseer, "conquista del espacio" se llamó en su momento, un término, a mi parecer, más acertado para el verdadero objetivo de los científicos espaciales.
   Me parece inconcebible la "posesión" de algo tan inmenso como el sistema solar. Ha llegado el momento de que las palabras de Schiller resuenen en todo el mundo para mejorar no sólo nuestras vidas, sino también la vida de nuestro planeta y el de muchos otros que están "por explorar". El filósofo alemán (una de sus muchas ocupaciones, pues fue músico, escritor e historiador) dijo: "El arte salvará al mundo". Con este reclamo, Friedrich Schiller exigía que la mentalidad de las personas de su época, y también las venideras, cambiaran y que reconocieran la belleza de las cosas por el mero hecho de ser bellas, por existir. Me explicaré: 
   A lo largo de la historia de la humanidad, el hombre se ha caracterizado por ser el animal más violento de todos, arrasando y acabando con la vida que se encontraba a su paso.  Aunque también es cierto que en cada época de la historia siempre ha habido grupos de personas que han sabido mantenerse al margen del tópico que definió Hobbes con acierto (Homo homini lupus est, el hombre es un lobo para el hombre). Estas personas se caracterizaron por tener algo en común: el aprecio por la vida y la belleza que la primera nos otorga día tras día gracias a la madre naturaleza. En efecto, filósofos, músicos, pintores, escultores... artistas en general se opusieron tiempo atrás al avance inexorable del hombre hacia el abismo, un abismo que, a día de hoy, es cada vez más profundo y está más cercano.
   Sabiendo esto, Schiller dijo que si las personas se dieran cuenta de la "belleza" que tiene la vida y todo aquello que la conforma (puestas de Sol; bosques; el profundo océano; la capacidad del ser humano para crear cosas bellas, entiéndase por esto último por la habilidad de crear arte mediante pinturas, esculturas y, sobre todo, música...). El mero principio no escrito de vivir y dejar vivir, apreciar la vida como tal, mejoraría no sólo el alma de uno mismo, sino también la conciencia de todos los seres humanos. Todo esto fue puesto de manifiesto, con voz potente y clara, por el máximo exponente del vitalismo, que fue, a su vez, su creador: Friedrich Nietszche, mediante su teoría del superhombre. Pero el pensamiento de Nietzsche es tan extenso y tan complejo que no voy a poder tratarlo aquí.
   Retomando el hilo argumental del principio del texto. ¿Cómo demonios se puede ser tan soberbio como para intentar "conquistar" el espacio cósmico? El kosmos es inconquistable, no pertenece a nadie ni nunca le pertenecerá. El ser humano siempre ha deseado llegar a tocar las estrellas, pero no porque estuvieran lejos, sino porque le deslumbraba su belleza. Retomemos esto último que he mencionado: admiremos el mundo tal y como es, sin modificarlo, simplemente creando arte para embellecerlo aún más si cabe.
   Admiremos la Creación, admiremos las estrellas, pero sin apropiarnos de ellas, sin llegar a tocarlas...




   "Este vídeo y su contenido no son de mi propiedad. La pieza musical "Creation", que se encuentra en el vídeo, y el álbum "Labyrinth" pertenecen al grupo Audiomachine."

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