¡Oh, vosotros, que gozáis de sano entendimiento; descubrid la doctrina que se oculta bajo el velo de tan extraños versos! ~ Dante; Inferno

viernes, 3 de febrero de 2012

El tiempo, causante de alegrías y aflicciones y señor de todas las respuestas.

  Tal vez lo que vaya a escribir a continuación no tenga nada que ver con la filosofía en sí, pero, en cierto sentido, ¿qué es la filosofía sino el intento humano por conocer aquello que nos rodea? Pues bien, esta entrada tiene un carácter más literario y, quizás, poético que filosófico, pero no sólo eso, sino que también destripo parte de mi ser al contar parte de mis pensamientos más profundos... Y todo esto viene por una simple razón: por una reflexión sobre el padre tiempo

  El tiempo pasa lenta, pero inexorablemente, al igual que un soplo de viento, que nos deja una sensación o bien de placer o bien de frío, dependiendo de la estación del año en la que nos encontremos. La comparación que acabo de hacer es más de lo que parece. Para empezar, el tiempo puede dejarnos, tras su marcha continua, sensaciones de amargura o de nostalgia, según el momento que ha ocurrido u ocurrió fuera un momento agradable o, por el contrario, incómodo o irritante. 
  Sin embargo, al igual que con el viento, las sensaciones desagradables que nos dejan tanto éste como el tiempo se desvanecen, tarde o temprano, siendo fiel al principio no escrito de curación temporal (todo el mundo conoce la expresión: "el tiempo todo lo cura/arregla"). Por esto último suelo decir que el tiempo es el señor de la incertidumbre, pues sólo él puede acabar con ella con el mero transcurso de su camino, una senda sin fin. Pero hay algo que ni siquiera el tiempo puede hacernos olvidar: esos momentos agradables que pasamos junto con nuestros familiares, amigos y, por qué no, los momentos tan bellos que la madre naturaleza nos otorga, maravillando al ser humano una vez más. Dichos momentos se nos quedan grabados a fuego en nuestra alma, para que no los olvidemos jamás, pues, ¿qué es un recuerdo sino un retazo del corazón del cual éste no se quiere desprender?
  Como dije ya una vez, no me arrepiento de esos momentos que pasé junto con mis familiares y amigos, momentos que no cambiaría por nada del mundo, pues son pasajes de mi vida que me han hecho ser como soy. Citando a Ortega y Gasset: "yo y mis circunstancias".
  En este día tan triste para mí, me pregunto quién soy; cómo he llegado a ser lo que soy y qué seré en el futuro, un futuro que hoy veo lleno de nubarrones negros... pero quién sabe, a lo mejor mañana sale el Sol...
  Tras reflexionar, sólo he llegado a la conclusión que he mencionado supra: soy Andrés Bolufer Mata, y soy lo que soy gracias a mi familia y a mis amigos; la tristeza que sufro hoy por mi inutilidad en el presente y por la que puedo sufrir en un futuro borroso desaparecerá mañana, gracias al apoyo que me dan mis padres, hermana, familiares y amigos. Y en cuanto a lo que seré en el futuro... bueno, sólo el tiempo responderá a mis preguntas...




 "Ni este vídeo ni su contenido son de mi propiedad. La canción "Time forgets" pertenece a Yiruma, su compositor."

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